viernes, 31 de julio de 2015

"Filant", partitura inédita y original dedicada a Elvira Saiz de Borguñó



La partitura para piano que hoy compartimos fue encontrada recientemente dentro de una serie de material musical relacionado con los dos maestros Borguñó que Maria Rosa Borguñó Clua, hija de Agustí Borguñó Pla recopiló con cariño. Se trata de una composición para piano realizada por Agustí Borguñó Garriga con el título de "Filant" en el año 1962 en la ciudad de Nueva York. La obra está inspirada y dedicada a Elvira Saiz, esposa de Jordi Borguñó Clua.




El matrimonio de Jorge Borguñó y Elvira Saiz, al inicio no fueron afortunados,  y sufrieron la desgracia de perder en el parto a su primer hijo en el año 1956. Pero por fortuna Elvira no tuvo problemas con los siguientes, y en 1958 y 1960 la familia Borguñó tuvo descendencia. El maestro Agustí Borguñó y su esposa María siguieron desde la distancia todos estas tristezas y posteriores alegrías. Las preocupaciones que en Nueva York causaron los primeros problemas que Elvira tuvo, en 1962 se transformaron en la alegría de vida que "Filant" respira desde que se inicia. Es una de las ventajas que tienen los grandes genios musicales, pueden felicitar a distancia componiendo una canción.



Se trata de una obra que los expertos no conocían ni tenían catalogada y que pudo al fin ser compartida y estrenada estas pasadas navidades. El estreno mundial de "Filant" fue interpretado por el joven pianista de Berga, Carles Sanchez Calonge en el Teatro Principal de Sabadell el 21 de diciembre de 2014. El acto fue organizado por "Sabadell Sardanista" y fue presentado por Jordi Saura dentro del tradicional concierto navideño "Concert de Sant Esteve".


En el siguiente vídeo se puede escuchar "Filant", tal y como sono el día de su estreno con Carles en el piano y unos amantes de la música de Borgunyó de la ciudad de Sabadell como espectadores de excepción. Las imágenes que acompañan a la música corresponden a la relación que Elvira Saiz tuvo con la música a lo largo de toda su vida.



Estas son las hojas en dónde Agustí Borguñó escribió "Filant" cuando residía y trabajaba en USA. El propio maestro le dedica afectuosamente estas 8 hojas escritas en Nueva York en 1960. Esperamos que sea de vuestro agrado y que empiece a sonar mas a menudo. Son 8 hojas que han estado mucho tiempo sin ver la luz, pero que cuando han vuelto a sonar, su sonido ha dejado en el aire la firma de un genio. Nadie mas puede componer de este modo, solo los genios:



Filant pag.1

Filant pag.2

Filant pag.3

Filant pag.4

Filant pag.5

Filant pag.6

Filant pag.7

Filant pag.8
Para acabar nos complace compartir las imágenes del día del estreno, con la presentación que Jordi Saura hizó del evento, antes de que Carles Sanchez interpretara "Filant" de forma pública por primera vez:




La interpretación de "Filant" por parte de Carles Sanchez fue impecable. El joven pianista de Berga se preparó el tema a conciencia. La tenía tan ensayada y aprendida que el día del estreno en Sabadell, no necesitó leer la partitura. En una posterior visita del pianista a nuestro hogar, Carles se declaró un auténtico fan del maestro Agustí Borgunyó. Nos reconoció que se trataba de una pieza nada fácil de tocar y que estaba compuesta exproceso para que un pianista pudiera hacer lo que más le gusta: Disfrutar tocando el piano.


La salud y la avanzada edad de Elvira Saiz, impidieron que pudiera desplazarse a Sabadel a presenciar el estreno de una obra tan especial para ella. Pero cuando visionó en su habitación el vídeo del concierto exclamó:
"La composición de esta pieza tiene ADN Borguñó, no hay la menor duda".

PAZ
Jordi Borguñó 

domingo, 26 de julio de 2015

"El triunfo del snobismo", artículo del maestro Borguño para La Tarde

El artículo que hoy compartimos fue escrito por mi querido tío-abuelo para el diario La Tarde y pùblicado el 30 de marzo de 1950 dentro de la sección "Jueves musicales de La Tarde".


El triunfo del "snobismo"

Por Manuel Borguñó director del Instituto Musical de Pedagogía

Los que desean triunfar en el verdadero arte, como en todo, Han de luchar denodada mente y lo habitual es que, de alcanzar sus propósitos, el triunfo haya precedido de numerosos fracasos y decepciones, lo que constituye la máxima garantía de su solidez y estabilidad.

En cambio, los artistas que siguiendo las huellas ya excesivamente trilladas van en pos del éxito fácil y lo consiguen, generalmente han de sostener su prestigio sumergidos en un ambiente vulgar y versátil. Sus triunfos son efímeros y si no los renuevan constantemente, pronto sus nombres y sus obras caen en el vacío del olvido.
Bach

No se crea, por esto, que el mayor obstáculo que se interpone en el camino de los innovadores elegidos por la Providencia para surcar nuevas rutas en la evolución del arte y de la cultura sea la indiferencia de los aficionados deslumbrados por sus falsos ídolos, los monopolizadores del éxito fácil. Ni tampoco se piense que el mayor obstáculo para el progreso del arte sea la apatía de la masa ni el marasmo del Estado. Claro que ambos son factores fundamentales, cuya colaboración facilita extraordinariamente el desarrollo progresivo de la cultura artística, pero no debe olvidarse que jamás los elegidos fueron exigentes en cuanto al número de sus seguidores y protectores. Se sintieron siempre satisfechos sembrando la semilla de sus ideales en el corazón y la inteligencia de una minoría de leales escogidos, y muchos genios del arte fracasaron y pasaron por la vida como una sombra, sin dejar rastro de su obra, por no haber logrado crear su cenáculo de entusiastas seguidores. Por ello, muy cerca estuvieron Bach y Cesar Frank, entre muchos otros, de pasar por el mundo desapercibidos, sobretodo el primero.

Afortunadamente, una reducida élite de alumnos alumbraron los últimos años de la vida de Cesar Frank rodeándole de la aureola y prestigio que merecía, lo cual fue sumamente fecundo para la música. De no ser ellos, Frank hubiera pasado poco menos que desapercibido y por una rara coincidencia, Bach y Frank fueron los dos grandes maestros que mas solida influencia ejercieron en la evolución del arte musical moderno.

No, no es la apatía de la masa ni la versatilidad del falso ambiente  lo que principalmente perturba la evolución progresiva de la música, sino el elemento conocido por la voz inglesa "snob" introducido entre la minoría musical culta y que bajo la capa de un barniz de cultura cuyo falso brillo atrae a muchos profesionales y filarmónicos de convenciones débiles, fueron siempre los que contribuyeron en menos escala a desviar la lógica evolución del arte.

Cesar Frank
Dios nos libre de un snob documentado. No hay nada peor. Ante un wagneriano se siente rabiosamente entusiasta de Debussy, para luego al estar con un admirador de este último, se declara ferviente admirador de Schonberg. En realidad se trata de sujetos de alma deformada, insensibles a la emoción, que pasan del elogio al mas cruel e injusta censura. De los conciertos que oyen, solo les queda en la memoria la nota fallada y su mayor satisfacción trata de que han sido los únicos en notarlo. Entienden de música, pero no la sienten ni la comprenden. Ellos fueron los que precipitaron el fin trágico de Bizet y los que principalmente contribuyeron a retardar el triunfo de los grandes maestros de la música, cuyo genio a muchos les fue concedido cuando ya se hallaban en la vejez, como el caso de Frank, pasando a la inmortalidad después de una vida llena de desdenes, humillaciones y desengaños.

Cuando se producen dos rivales en el arte, como con Gluck y Piccini, siempre los elogios de los snobs van dirigidos hacia el vencedor mas probable, al cual y a la larga, siempre perjudican. Los amigos de Debussy, el mas genial innovador de procedimientos e ideas de los últimos tiempos, se indignaban ante los fantásticos ditirambos de los críticos snobs que antes le habían combatido.

Nunca los snobs protegen al verdadero genio cuando este se halla en el momento mas comprometido y fragoso de la lucha para hacerse comprender. En cambio les vemos con frecuencia descubriendo "valores nuevos" en jóvenes extraviados, no exentos de genio, que apenas elevados caen en el abismo del olvido mas absoluto.

Cesar Frank triunfó cuando excedía los 60 años y a Bach lo descubrió Mozart primero y lo divulgaron los románticos un siglo más tarde.

Berlioz lucho ferozmente para obtener el annhelado Premio de Roma y después de haber alcanzado con una obra sublime un galardón suplementario. Al año siguiente con una obra mediocre, escrita esproceso, alcanzo el tan esperado y codiciado Premio.

Ello demuestra que no todos los snobs pretenden situarse en la vanguardia del movimiento musical y que abundan tambien los que sintiéndose fieles guardianes de la tradición y el clasicismo se sublevan contra todo atrevimiento que perturbe lo establecido.

De cualquier modo a los snobs documentados (no vale la pena tratar de los indocumentados), se les puede calificar de míseros materialistas del arte. Apenas nacidos se les secaron las fuentes de la emoción. Corrientemente los snobs presuntos amantes del pasado, todo lo reducen a un simple razonamiento matemático y los que blasonan de vanguardistas, se dedican a idear fantásticos jeroglíficos con toda suerte de cifras, piruetas y malabarismos cerebrales.

Lo repito, ellos y no la masa apática ni el marasmo mas o menos proverbial de las autoridades, son los que contribuyen al retardo del triunfo de los más grandes maestros y de los más nobles ideales. Haendel, Beethoven, Gluck, Berliotz, Wagner etc. todos conocieron las amarguras de la incomprensión mas lamentable y los trallazos de la crítica más injusta y despiadada.

Ello, ciertamente, en el balance de la civilización, constituirá una nota triste muy significativa, y aunque la historia se modela a la medida y gusto de cada país, interpretándola cada bandera e incluso, cada individuo a su manera, nadie podrá borrar de ella el hecho doloroso de una Francia dejando morir en la indigencia más desoladora al Berlioz que hoy venera y que tanto la amo. También de una Alemania que contempló indiferente la estrechez de vida de un inmenso Bach, negando incluso después de su muerte, la pensión que su viuda por derecho le correspondía. Y solo menciono las dos naciones mas representativas del movimiento musical moderno.

A la voz inglesa "snob" que en este siglo tanto se ha difundido, si el mundo sobrevive al caos presente, ¿ no le va a corresponder el honor de convertirse en el exponente mas representativo de lo que ha sido nuestra civilización? Esta ¿no será conocida por las civilizaciones futuras, muy peores si cabe, por la civilización del snobismo?

Manel Borguñó Pla
30 de marzo de 1960
Santa Cruz de Tenerife

El maestro Manel Borguñó en el memorable concierto que realizó en el
Palau de la Música el 9 de mayo de 1923


martes, 21 de julio de 2015

"Comiat" sardana de Agustí Borguñó, partituras versión para piano

El maestro paseando por Central Park

La sardana Comiat es la ultima de las 5 sardanas que formaron el cuaderno de La Sardana Popular de 1929 que se publico solamente con obras del compositor Agustí Borguñó Garriga. Esta sardana fue dedicada a su querido amigo Joan Pelegrí Viyes, Presidente del Centro Sardanístico de Sabadell.

Primera pagina

Segunda pagina

Los aficionados y músicos de la época, podían adquirir este número de La Sardana Popular, al módico precio de 5 pesetas. Una entrañable recopilación donde cada sardana valía 1 peseta y en donde una sencilla portada rendía homenaje al arbol de nuestra família: El pino mediterráneo.

La portada del numero que La Sardana Popular dedicó
a cinco sardanas del maestro Agustí Borguñó
PAZ
Família Borguñó

miércoles, 15 de julio de 2015

Baybor T-2000, un modelo que revolucionó el mercado radiofónico español


La gran vocación empresarial y la afición por la electrónica, llevaron a Jordi Borguñó Clua a poder crear uno de los modelos de radio-transistor mas avanzados y con mejores prestaciones de finales de los años 60 y principios de los 70. Nos referimos al modelo T-2000 fabricado por la empresa Baybor,SA, fundada y dirigida por el propio señor Borguñó.


El modelo T-2000, permitía seleccionar las dos bandas por donde las emisoras de la época emitían sus programas de radio: La onda Corta y la onda Normal. El circuito electrónico diseñado para la Baybor T-2000, equipaba 7 transistores y se alimentaba mediante 3 pilas de 1,5v. de tipo mediano ubicadas en la parte inferior-trasera del aparato. Una antena telescópica permitía mejorar el alcance y calidad de la recepción. El modelo podía adquirirse con una elegante funda de cuero de color negro que tambien incorporaba una correa que protegía y facilitaba el transporte del aparato.

A la izquierda el primer modelo que salió al mercado de la T-2000 de Baybor
A la derecha el modelo posterior de T-2000 con el indicador del estado de la
batería y la calidad de la sintonía ubicado en la parte frontal
Baybor T-2000 con el dial plateado
El modelo T-2000 salió al mercado con la caratula del dial bicolor en rojo y negro. Mas tarde el modelo T-2000 fue mejorado con un indicador frontal que marcaba el estado de las baterias y la calidad de la sintonía. Debajo de la aguja que indicaba la calidad de la frecuencia, una ruedecilla permitía mejorar la recepción de la frecuencia radiofónica. La caratula del dial de este modelo mejorado se fabricó en monocolor, con el fin de diferenciar las dos generaciones de esta radio de Baybor. Este ultimo modelo mejorado se fabricó con el dial de color negro o de color plateado.

Baybor T-2000 con el dial en color negro
La incorporación de esta aguja indicadora fue toda una novedad. La aguja roja marcaba en la parte superior el estado de las tres pilas y en la parte inferior quedaba registrado la calidad de la sintonía. La ruedecilla de color negro justo debajo del indicador, permitía al usuario graduar la calidad de recepción. La máxima calidad se conseguía cuando la aguja se posicionaba sobre la banda roja horizontal situada en el centro de la linea negra de la parte inferior del indicador.

Hay que destacar el nombre con el que el señor Borguñó bautizó a este modelo. Los anteriores modelos de radios Baybor llevaban la letra T en honor al transistor, acompañados de las dos ultimas cifras de los años en que habían salido al mercado (modelo T-62, modelo T-65, etc.). Pero con que este nuevo modelo había nacido con visión de futuro, el señor Borguñó prefirió que la letra T fuera acompañada por el número que marcaba un nuevo siglo: T-2000.

El acceso a las tres pilas se efectuaba desde la parte trasera del aparato, accionando solamente un cierre central. Girando el cierre solamente 45 grados, el usuario accedía al interior del T-2000. El tipo de cierre era operativo con una simple moneda de una peseta. Se trataba de uno de los cierres preferidos de Jordi Borguñó, el cual siempre decía:
"Cuando te quedas sin pilas, no todo el mundo tiene un destornillador a mano. Una moneda de una peseta es la herramienta perfecta. Siempre llevamos una moneda dentro de nuestros bolsillos o nuestra cartera"







En el libro de Joan Juliá Enrich, titulado "Radios Españolas" el modelo BAYBOR T-2000 aparece en el capítulo dedicado a las radios de la década de los 60. En este radiofónico libro, el señor Juliá va clasificando y valorando todas las radios fabricadas en España. El modelo T-2000 fabricado por BAYBOR, abre el capítulo V y disfruta de una excelente valoración: tres estrellas.
En la página numero 100 del libro "Radios españolas"
aparece en la parte superior el modelo T-2000,
valorado por el autor Joan Juliá Enrich con
tres magníficas estrellas.
Desconocemos en la actualidad la cantidad de unidades que Baybor fabricó del modelo T-2000. Pero su creador, Jordi Borguñó Clua, siempre afirmó que fue el modelo de radio mas popular de Baybor. Cuando la T-2000 se introducía en el interior de su funda de cuero, podía resistir el impacto a una caída de un metro de altura. En una época en donde todo se rompía con facilidad, era un detalle de agradecer, que demostraba como el señor Borguñó diseñaba y fabricaba a conciencia sus inconfundibles aparatos de radio.
El fundador y director de Baybor SA, recibiendo el reconocimiento del
Gobierno español, entregado por el Ministro de Industria.

sábado, 4 de julio de 2015

"La música y el ambiente" artículo del maestro Borguñó para La Tarde

Manel Borguñó Pla
El profesor Manel Borguñó colaboró con el periódico La Tarde con una serie de artículos semanales que se publicaron en la sección del diario denominada "Los Jueves Musicales". Los escribió en calidad de fundador y director del Instituto Musical de Pedagogía. Hoy compartimos el que fue publicado el jueves 16 de marzo de 1950 con el título de "La Música y el Ambiente".

En este articulo escrito al principio de los sesenta, el profesor catalán afincado en Tenerife ya advertía del peligro. Era necesario que los músicos profesionales se olvidaran de rencillas y rencores personales, con el fin de que pudieran remar todos juntos hacia una misma dirección.  Se trataba de una dirección muy concreta, en donde se jugaban su futuro: Evitar que la Música desapàreciera en la escuelas e institutos del país.

Algo de Nostradamus tenia el maestro Borguñó, porque en esta ocasión y por desgracia de su tan querida Música,...  acertó!!!




LA MUSICA Y EL AMBIENTE

Como nace el arte

El arte, esencia y perfume de la vida, brota espontáneamente en las almas escogidas como la vegetación de las cisuras de las rocas, pero no puede florecer ni echar profundas raíces sobre cualquier corteza terrestre, pues necesita coyunturas favorables para aclimatarse y su desarrollo no depende del individuo, sino de la Sociedad. Puede un artista gozarse saboreando sus propios frutos, concentrándose voluntaria o forzosamente en una soledad en la cual pueda sentirse feliz o desdichado, pero de cualquier manera que sea su esfuerzo se evaporará, así actúa al margen de las otras fuerzas vivas.

Constituyendo pues el arte una actividad eminentemente social, solamente puede desenvolverse en terrenos previamente fertilizados por un incesante trabajo de adaptación y bajo influencia de un noble sentimiento de simpatía y de atracción entre el artista y el público, es decir, solo se desarrolla en un medio reflector.

Concentrándonos a la música, es curioso observar como los pueblos cuyas fuentes naturales de expresión aparecieron más ricas y pletóricas, son la que más resistencia opusieron siempre al esfuerzo que les había que conducir al logro de un arte autóctono superior. En efecto, en el proceso histórico de la música comprobamos como los países septentrionales de Europa, de menos acerbo musical que los meridionales, son los que desde el siglo XVIII se pusieron a la cabeza en el progreso y perfección del arte musical moderno.

Decadencia y progreso

Jamás conoció el mundo una nación de más pletórico ambiente musical que la Italia del siglo XVIII. Cuentan los viajeros de aquella época que la pasión por la música devoraba la nación. "Constantemente a todas horas del día y de la noche se oye tocar y cantar", afirma el viajero abate Coyer, con un gusto y perfección admirables que deben los italianos a la naturaleza y a la costumbre de oír a los grandes armonistas formados en la técnica del arte. El ambiente realmente eufórico repercutió extraordinariamente en todas las naciones del mundo civilizado.


Desgraciadamente, los músicos italianos se habían separado rápidamente de la magnífica trayectoria trazada por los creadores del teatro lírico clásico italiano en los albores del siglo XVII. Y la ópera italiana en el siglo siguiente, quedó reducida a una mediocre cadena de arias o melodías, más o menos enlazadas con recitativos, todo ello sobre una base melódica realmente miserable.

Con este mediocre bagaje artístico la Italia musical invadió a todas las naciones del mundo civilizado, hallando solamente una resistencia acusada, jamás vencida totalmente, en Francia. En el país galo la ópera había conservado las cualidades fundamentales que le indujeron Lully y Rameau, entre otros, y que los franceses salvaguardaban con gran orgullo. Todos los demás países sucumbieron a la influencia italiana, incluso Alemania, cuyos grandes maestros, casi en su totalidad, hubieron de italianizarse en mayor o menor escala, produciendo esta mezcla de dos escuelas tan opuestas el milagro que pronto iba que conducir as la música a su más alto grado de esplendor. Italia aportó a la música alemana, además de su variedad rítmica, una gran movilidad melódica que Alemania enriqueció con su portentosa vena armónica y el sentimiento lógico y equilibrado de una expresión lírica y dramática que los italianos habían olvidado y absurda mente invertido. Entre otros maestros, por cierto notabilísimos, los principales alemanes artífices de la transformación fueron Haendel, Mozart y Gluck que con Bach constituyen los verdaderos precursores de la música moderna.

En España

En cambio la influencia italiana pesó como losa de plomo durante dos siglos sobre los pueblos que por rendirle incondicional vasallaje, renunciaron a su acervo musical autóctono. En el siglo XVIII y hasta el último tercio del XIX, España vivió materialmente aislada del ambiente musical moderno. Fue en los últimos años del siglo pasado y primeros del presente cuando unos cuantos músicos españoles, entre ellos Bretón, Pedrell, Albéniz y Granados que se pusieron en contacto con el ambiente musical europeo y bajo la poderosa influencia del impresionismo francés, cuyas reminiscensias musicales le llegaron a este de Rusia, siempre al margen del Estado y gracias al esfuerzo iondividual, surgió la maravilla de una escuela musical española moderna basada en nuestras profundas raices. Una vez más el genio español, viose obligado a desemvolverse en la menguada orbita de sus propios medios y carentes de ambiente y protección. Los músicos tras 50 años de inaudítos esfuerzos, poseemos una escuela lírica teatral con una lista mas que regular de obras maestras que no se representan. Tenemos abundante musica sinfónica y de cámara de altos vuelos de compositores conocidos y desconocidos que no oirémos ninca. Gozamos con frecuencia del arte de grandes interpretes de la música vocal e instrumental, algunos bastante menos conocidos de lo que merecen. En la musicología se ha progresado como jamas pudimos sospecharlo y en todas las demás ramas de la música existen valores autenticamente acreditados que no mencionamos por no incurrir en sensibles omisiones.

El profesor Manel Borguñó haciendo lo que más le gustaba: Enseñar música
Vemos con dolor que la opera nacional española no ha pasado de construir un reiterado intento particular aislado y la propia capital de la Nación no posee hoy ningún teatro de ópera. Las salas construidas ex profeso para conciertos, posiblemente pueden contarse en España con los dedos de una mano y probablemente sobren algunos. Hablar de la Educación musical de la infancia es lo mismo que preconizar-la para los niños del planeta Marte. Nunca fue la Escuela un templo fácilmente accesible a un profesorado musical eficiente, y un excesivo número de asignaturas llamadas "utilitarias" alejan el arte de ella cada día un poco más. La sensibilidad artística de los hombres de mañana queda a merced del azar, el cual por desgracia, suele favorecer a lo peor.

En suma el panorama que en conjunto ofrece nuestra patria a mediados del siglo XX es un verdadero prodigio de fecundidad y sacrificio, pero todo edificado sobre la movediza arena  de un esfuerzo particular totalmente desconectado de la realidad social. La considerable labor realizada, por lo general, se ha realizado en un clima limitado a unas cuantas pocas zonas culturales que, cual acogedores "oasis" aparecen en la superficie de una nación de 28 millones de habitantes. Por lo general, únicamente en estos "oasis" halla basto refugio nuestra música culta, y tan solo cuatro o cinco logran mantener permanentemente encendida la llama del arte en los corazones de una masa regular de fil-armónicos. En los demás "oasis", si así puede denominarse un conato de vegetación, la música culta subsiste con cierta continuidad, gracias en buena parte, al influjo irresistible de la moda, y sobre todo, merced al desinterés y espíritu de sacrificio de una reducida "élite".

Los dos ambientes

En realidad existen y existieron siempre, dos ambientes: uno verdadero, integrado naturalmente, por una minoría selecta que es la que da el tono a la cultura de un país, y otro que pudiéramos llamar falso ambiente, nutrido por un gran número de aficionados que en proporción a la "élite" antes indicada, constituyen una mayoría considerable. Estos últimos llenos de buena voluntad, pero menos cultivados musicalmente, tienen un concepto desenfocado y borroso de lo que en música es bueno y mediocre y por lo general solamente acuden a los actos muy sonados. A estos hay que añadir los que sin afición alguna a la música, acuden a los conciertos o a la ópera por cumplir un simple compromiso particular o social. Todos ellos poseen en las profundidades de su ser, más o menos en germen, la semilla del arte que, para brotar solamente necesita la coyuntura de un ambiente favorable.

Los coros que el maestro Manel Borguñó fundo en la isla de Tenerife,
tuvieron un espectador de excepción: El Teide

Conclusión

Sería vano y pueril pretender determinar la multitud de problemas que hay que afrontar para purificar este ambiente y elevarlo a un nivel digno de una cultura superior. La Radio, la Escuela, el Cine , la Prensa, etc., constituyen factores fundamentales cuya aportación a este ideal de superación artística nacional es hoy, por cierto, bien escaso.

Lo corriente, sobre todo por parte de los músicos , es culpar a la carencia de ambiente a la apatía oficial, sin tener en cuenta que la cooperación del Estado y de las autoridades hay que ganarla con una organización social eficiente, que tome la defensa del interés de los músicos y de su música. Esto como es natural, por parte de los presuntos beneficiarios, requiere espíritu de unión y un mismo interés por los problemas colectivos de la clase. Pero los músicos prefieren desatender aquellos e intentar resolver los suyos individualmente, lo que equivale a la renuncia total y definitiva de toda noble reivindicación social. Los que conscientes de la gravedad del momento actual de transformación de todos los valores pletóricos sentimos, en la medida de nuestros escasos medios de todo orden, la irresistible necesidad de contribuir a levantar el pedestal de nuestra cultura, no podemos por menos que acogernos a la generosidad de quienes inquietos por un análogo ideal de superación humana, nos dan la mano y con ello nos deparan la ocasión de aportar una tenue e imperceptible vibración en el concierto de los que como nosotros, laboran por un mundo mejor.

Manuel Borguñó Pla
Director del Instituto Musical de Pedagogía
Santa Cruz de Tenerife, marzo de 1960

Hasta aquí este artículo del maestro Borguñó publicado en la sección de "Los Jueves Musicales" del diario La Tarde. Me gustaría concluir la entrada de hoy con las palabras que mi querido tío-abuelo utilizó al comenzar a escribir este artículo:
"El arte, esencia y perfume de la vida, brota espontáneamente en las almas escogidas"
Sin lugar a dudas, Manuel Borguñó fue una de estas afortunadas almas.

PAZ
Jordi Borguñó 2015