miércoles, 20 de julio de 2016

Agustí Borguñó Garriga, un catalán con pasaporte norteamericano

Dos catalanes en Central Park

Cuando el maestro Agustí Borguñó Garriga se jubilo de su trabajo en USA y regreso en compañía de su esposa definitivamente a Cataluña, entraron a España con pasaporte norteamericano. Esto les obligaba a salir de España y volver a entrar, cada seis meses. La frontera por donde efectuaron en más ocasionas esta "salida y posterior entrada", fue la más próxima a Barcelona, la de la Seu d'Urgell con Andorra.

De las postales del maestro recientemente recuperadas, tres de ellas corresponden a estos viajes "obligatorios" que el maestro y u mujer tuvieron que realizar en 1964 y 1965. Están escritas a su primo hermano y representante artístico, Agustí Borguñó Pla y a su hija María Rosa.






La dirección a donde fueron enviadas a traído mucha confusión y ha provocado numerosos errores biográficos. Pero dichos errores no son de extrañar, dado el cumulo de casualidades que se dieron entre la vida del maestro y la de su primo-hermano. Y es que, los dos primos hermanos Borguñó, ademas de llamarse con el mismo nombre de pila, también vivieron en la misma calle de Barcelona, cuando el maestro al jubilarse estableció su residencia en Cataluña.

El primo-hermano del maestro, tras vivir muchos años en el casco antiguo de Barcelona, Agustí Borguñó Pla se mudo con su familia al numero 19 de la calle Capitán Arenas de Barcelona. Cuando el maestro regreso de USA se instalo en el numero 17 de la misma calle donde vivía su primo hermano. Estas casualidades causaron que una vez los dos murieron, muchas personas confundieran ambos personajes.

Por tener pasaporte de USA, la actividad viajera del matrimonio Borguñó-Escoté fue muy intensa, una vez se instalaron en Barcelona. Todos los escritos de las postales enviadas anteriormente desde USA, mostraban las ganas que tenían los dos en regresar a Cataluña. Nunca faltaban los comentarios al disfrute de la buena cocina y de la generosa hospitalidad con la que siempre fueron obsequiados en sus visitas.

Los primeros viajes una vez instalados en Barcelona, los pudieron realizar en compañía de sus primos y vecinos de calle, Agustin Borguñó Pla y su esposa Filomena. Pero desgraciadamente el maestro Borguñó no pudo disfrutar por mucho tiempo del reencuentro con su primo-hermano. Agustí Borguñó Pla era diez años más mayor que el maestro y falleció de muerte natural una mañana de Pascua del año 1966.

Todos los familiares pudimos comprobar como el maestro Agustí Borguñó Garriga quedo terriblemente afectado por la defunción de su querido primo-hermano, agente y representante artístico. El maestro Agustí Borguñó Garriga acababa de jubilarse y con su primo tenia planeados realizar interesantes proyectos. Pero su querido primo Agustí Borguñó Pla, abandono este mundo de forma prematura y todos aquellos apasionantes planes, se quedaron en el tintero. Fueron momentos muy difíciles para el maestro que le llevaron a escribir una de sus sardanas mas entrañables: Nostalgia.


 Cuando llegó el verano de 1966, Agustí Borguñó Garriga y su esposa María tuvieron que volver a salir de España y volver a entrar. Pero en dicho desplazamiento ya no pudieron enviar una postal a su primo-hermano.

La mayoría de aficionados a las sardanas de Borguñó piensan que la dictadura franquista fue el principal motivo por el que el maestro cuando se jubiló en Cataluña no fue feliz. Esta opinión solamente se fundamenta en algunos de los comentarios reflejados en la correspondencia que el maestro mantuvo con su buen amigo de Rubí. Pero los familiares que convivimos con el maestro sus años de jubilación en Cataluña, sabemos que Franco no derrumbó al maestro. Fue la muerte de su primo-hermano lo que hundió a Agustí Borguñó Garriga en el más profundo de los pozos, del cual ya nunca más salió.

En el año 1966 un músico catalán recién jubilado con pasaporte norteamericano disfrutaba de fama y reconocimiento por haber escrito desde USA decenas de excelentes sardanas. Su representante en Cataluña había estado los 50 años promocionando y publicando todas las composiciones escritas en USA por el maestro. Pero el reencuentro del músico y su representante solaemente duro un instante. Agustí Borguñó Garriga no pudo disfrutar de toda aquella fama con la persona que más horas dedicó en representarlo y promocionarlo.

PAZ
Familia Borguñó