La historia de la música sinfónica en la ciudad de Barcelona le debe mucho al Maestro Lamotte Grignon que, no sin pocos impedimentos, logró hacer realidad uno de sus sueños por el que lucho durante años: que la ciudad de Barcelona tuviera su propia orquesta sinfónica.
Antes de la creación de la Orquesta Sinfonica de Barcelona, los compositores catalanes tenían un serio problema para poder dar salida a sus obras. Solamente muy de tarde en tarde y aprovechando la puntual actuación de alguna orquesta, se podía observar que en algún concierto se interpretaba la obra de un compositor español. Con la creación de la Orquesta Sinfónica de Barcelona los autores españoles empezaron a sonar con mucha más frecuencia.
Los orígenes de la Orquesta Sinfónica de Barcelona se remontan al año 1910 cuando el Maestro Lamote Grignon reunió unos ochenta músicos con los que empezó a ensayar sin hacer "mucho ruido". Se puede decir sin temor a equivocarse que la Orquesta Sinfónica de Barcelona nació sin que tocaran "los bombos y los platillos".
En la siguientes dos imágenes la propia junta directiva del año 1912 nos describe un poco la historia de los inicios de la entidad musical catalana, cuando solamente habían pasado dos años de su fundación en 1910:
Este es el aspecto que tenía el maestro en 1912:
La celebración de los 200 conciertos en Febrero de 1922 fue todo un acontecimiento para la Ciudad Condal. Con tan solo 12 años de existencia la Orquesta Sinfónica de Barcelona había alcanzado cotas inimaginables de conseguir durante el anterior siglo XIX. Esta es la espléndida portada del programa que se imprimió para la audicion número doscientos que se interpreto en domingo para que toda la ciudad la pudiera disfrutar en la plaza de San Jaime:
La relación de los 200 conciertos interpretados con fechas y lugares, nos muestra la excelente progresion de la orquesta catalana:
Este es el aspecto del maestro en 1922 después de haber dirigido las dos centenas de conciertos:
Sin olvidar el excelente aspecto que tenía toda la orquesta en las famosas matinés que ofrecía algunos domingos por la mañana en uno de los locales barceloneses más emblemáticos: El Dorado
Para acabar nos complace compartir las obras y los autores ibéricos que durante aquella gloriosa década se interpretaron en los 200 conciertos. Ya decíamos al empezar este sencillo artículo que uno de los motivos de fundar una orquesta en la Ciudad Condal fue justamente poder interpretar música "Made in Spain". A juzgar por el número de compositores que aparecen en dicha lista, el objetivo de Lamotte Grignon quedó más que cumplido:
Familia Borguñó 2017
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