jueves, 20 de agosto de 2015

"Queremos un coro" - Segunda parte. La Fundación del Orfeón de Graus


Manuel Borguñó Pla
El "joven músico" de este artículo
aprendió canto y solfeo estudiando
en La Escolania de Montserrat
6-12-1893
La segunda parte del artículo "Queremos un coro" fue publicado por el diario La Tarde el 8 de junio de 1950 en la sección "Jueves musicales de La Tarde". En este artículo el profesor Manuel Borguñó nos da las claves del éxito para que un coro salido de la nada pueda triunfar. 

Manuel Borguñó Pla nos cuenta de como en la segunda década del siglo XX, la formación de una coral mixta fue capaz de conseguir que  un pueblo remara en una misma dirección. Un pueblo que estaba dividido y que gracias al canto coral supo superar que "unos eran del Casino de Abajo y otros eran del Casino de Arriba".

Una entrañable historia que nos presenta una España arrastrando su pasado feudal con caciques incluidos. Una buena muestra de que la música une al pueblo y educa nuestras almas. Por esto será que en la actualidad, la música en la escuela, brilla por su ausencia. La música para los gobernantes y amantes del poder, es muy peligrosa, produce milagros como el que Borguñó nos cuenta en esta segunda y ultima parte de su articulo publicado en La Tarde.


QUEREMOS UN CORO

Pequeña historia en dos partes

Por Manuel Borguñó

Segunda Parte

En el primer tercio del siglo XX, constituía un fenómeno político natural el hecho de que apenas unos vecinos de una localidad que alcanzaba el millar de habitantes sintieran la desbordante voluptuosidad de situarse en dos bandos sistemáticamente opuestos. El pretexto era la defensa de un ideario político o una rigurosa fiscalización de los intereses municipales que el partido triunfante administraba.

La realidad no era exactamente esta. En realidad, unos y otros rendían ferviente vasallaje a la mísera condición humana que les inducía a colocar sus intereses particulares por encima de los generales. Sistemáticamente el bando contrario, tenía siempre la razón, pero en lo único en que se hallaban automáticamente de acuerdo era en anularse mutuamente los efectos de esta magnifica cualidad, pues el que mandaba disponía a su antojo de sus prerrogativas y lo único que le respetaba al adversario era el derecho del pataleo, que ya era algo. Esta organización turnan te del poder establecía un equilibrio que permitía al caído de hoy, pasarle la factura del caído de mañana pagando siempre los platos rotos el municipio.

La simpática y alegre Orfelia no podía constituir una excepción de la regla. Como en todas las poblaciones de dos mil habitantes en adelante, por un prurito sistemático de oposición, todo existía allí por partida doble. Dos casinos, dos farmacias, dos médicos, dos veterinarios, dos poetas, etc. En realidad había tambien dos alcaldes, pero entre ambos la armonia era perfecta; uno era el visible, el que presidia las sesiones en el Ayuntamiento y el otro, el invisible, el que manejaba los hilos de la tramoya, o sea, el todo poderoso cacique.

"Dos casinos, dos farmacias, dos médicos, dos veterinarios,
dos poetas, etc. En realidad había tambien dos alcaldes,..."

Pues bien, la iniciativa del Presidente del Casino de "Arriba" de crear un coro propio y la resolución de un joven músico de no prestarse a organizar ninguno sino se le daba al proyecto un carácter general y apolítico, rompió el equilibrio establecido en las relaciones de pueblo con sus principales mandatarios y parece ser que por primera vez en la historia de la villa, todos los orfelineses desbordaron las vallas de los convencionalismos políticos y fundieron fraternalmente sus voluntades en una obra común de cultura que muy pronto habría de dar a Orfelia días insospechados de gloria y prestigio.

He dicho "todos" y esto no es absolutamente cierto, como vera el lector que pacientemente llegue hasta el final de esta pequeña historia.

El tumulto ocurrido a raíz de la petición. por parte del Presidente del Casino de "Arriba", de un coro con exclusión del bello sexo, y la condición expuesta por el joven músico que se le diera al coro la mayor amplitud posible, sin exceptuar las hijas de Eva, tuvo la virtud de convertir a las mujeres en las mas fervientes y entusiastas defensoras del proyecto. Por de pronto se adhirieron en masa las hijas de María y siguieron a estas, todas las doncellas de la villa que se consideraron útiles para el canto colectivo.

Durante la semana que transcurrió entre la petición inicial del Coro en el Café de los bajos del Hotel y la reunión en el Teatro, no se hablo en Orfelia de otra cosa. En la calle el joven músico era abordado en todo momento por hombres y mujeres, la mayoría jóvenes, que se ponían a su disposición. En una palabra el músico recién llegado pasó en un día , a ser el hombre mas popular en la villa y tambien en la comarca.

",...no se hablo en Orfelia de otra cosa."
El hotelero, amigo incondicional de los libros, escritor discreto y recalcitante soñador, fue el que mas desinteresada mente tomo a pecho la iniciativa de crear un coro mixto integrado por elementos de todas las clases sociales y alejado de toda influencia partidista. El joven músico halló en el un apoyo decisivo. La adhesión de los orfelineses fue casi unánime y en la reunión anunciada para el domingo siguiente, el teatro fue literalmente invadido por toda la juventud de Orfelia de ambos sexos, asistiendo ademas un buen número de hombres ya maduros dispuestos a prestar su decidida colaboración.

En el escenario apareció el joven músico rodeado de significativos ciudadanos procedentes de las mas heterogéneas clases sociales y políticas. A su derecha un caballero de recia y arrogante figura, y a su izquierda, el hotelero. Hizo la presentación el primero, con palabras tan altilocuentes y sonoras que el pobre músico, al pensar que tenía que suceder en el habla aquel preclaro varón se desconcertó. No oía nada, intentaba concentrarse cuanto podía para recomponer la parte inicial del discurso que con enorme esfuerzo había preparado en su memoria y todo fue inútil. El apuesto y elocuente orfelinense terminó su discurso abrazando cordialmente al pobre músico y obligándole a ponerse en pie para compartir con el los clamorosos aplausos y vivas de la concurrencia.

El desgraciado ya no pudo sentarse. Su situación era trágica. No era dueño de su mente y cuando se produjo el silencio total, tras un momento de angustiosa espera, exclamó con voz temblorosa: "Queridos orfelineses: Yo no se hablar, el léxico me falla...". Un leve codazo le hizo volver su oído hacia la izquierda y oyó pronunciar al hotelero con voz imperceptible estas palabras: "Amigo, no le entenderán, aquí solo faltan los entendedores". Bueno repuso el músico, "quiero decir que la retentiva me es infiel". Otro codazo del buen hotelero acompañado de estas palabras: "Hable tranquilo, amigo". Por último ya desatado y terminando por donde tenía que haber empezado exclamó: "En fin con que no soy orador, sino músico y se me ha borrado lo que tenía grabado en mi mente, sin más preámbulos, vamos a leer las cláusulas condicionales que tengo preparadas para someterlas a vuestra aprobación,... y acabaremos antes".

Una estruendosa ovación le devolvió la calma y le dio tiempo suficiente para ordenar sus papeles.

"Tendrán derecho a participar en el coro
todos los orfelinenses de ambos sexos
."
Ya más sereno, leyó:

"Si es vuestro deseo contribuir a la organización de una gran coral, las condiciones que, de mi parte impongo, son las siguientes:

Primera: Tendrán derecho a participar en el coro todos los orfelinenses de ambos sexos, de buena conducta, que a juicio mio reúnan las debidas condiciones de voz.

Segunda: Todos los componentes del coro, sin exclusión alguna se someterán cívica y voluntariamente a una disciplina tan estricta y severa como la que se imponga el director, y como el todos deberán aceptar el compromiso formal de someterse a las disposiciones de un reglamento interior. La disciplina voluntaria es, en rigor, mil veces mas meritoria y honrosa que la obligada.

Tercera: Que en el caso de disponer algún día de local propio sea absolutamente prohibido en el mismo el juego y el baile vulgar.

Cuarta: Que lo antes posible, sean creadas las secciones suplementarias pertinentes para fomentar entre los orfelinenses la cultura artística en sus mas diversas modalidades: teatro, conciertos, etc. Cuando la existencia del local propio lo permita, se organice una biblioteca con un salón anexo de lectura en el que no falten un par de periódicos diarios y amenas revistas".

"fomentar la cultura artística en sus mas diversas modalidades:
teatro, conciertos, etc. "
Aceptadas unánimemente estas clausulas, los que no aspiraban a cantar fueron invitados a abandonar la sala y quedaron aproximadamente 250 orfelinenses que deseaban participar en el coro. Mediante unos sencillos ejercicios de conjunto, el joven músico procedió a su selección y distribución en siete cuerdas a grupos distintos. Quedo maravillado de la abundancia, calidad y extensión de las voces y acto seguido se extendió en atinadas consideraciones sobre la trascendencia de la obra que juntos iban a comenzar. Al entrar de lleno a tratar de un tema que le era familiar, con palabras que se le tornó fácil dijo:

"El coro amigos orfelineses, es el símbolo del equilibrio social. Como en este, cada uno de sus componentes, poniendo en ello el alma y el corazón, debe realizar la función que le es propia, renunciando a todo particularismo susceptible de perjudicar al conjunto y adaptado a las conveniencias de la interpretación artística sus mejore facultades. Estoy gratamente sorprendido del gran número de voces que he tenido la suerte de descubrir entre ustedes. Pero tengan sobretodo presente que la voz no es el factor principal y que lo esencial es el entusiasmo, o sea, el afán de poner en la tarea el mas puro y elevado espíritu de superación artística, ya que solamente al inefable anhelo de mejorarse constantemente conducirá al coro a cumbres insospechadas, desde las cuales, con placer y noble orgullo, admirareis el maravilloso paisaje recorrido.

"El coro, amigos orfelineses, es el símbolo del equilibrio social"

Confieso de que es tarea difícil, pero no imposible, organizar una orquesta sinfónica en una población reducida como Orfelia, por motivos que no escapan a vuestra inteligencia. Para ello seria preciso disponer de un Conservatorio con un profesorado competente, pues el aprendizaje concienzudo e inteligente de un instrumento artificial requiere el sacrificio de mucho tiempo, mientras que un instrumento vocal medianamente dotado, con un poco de temperamento y buena voluntad, puede fácilmente ponerse al servicio de una obra común de arte. Por esta causa, si me seguís por el sendero que voy a conduciros, el coro que acabamos de crear no tardara en poder codearse dignamente con las instituciones corales mas prestigiosas de nuestra patria. Os lo prometo y así será si permanecéis fieles a vuestros actuales propósitos.

Las palabras del músico fueron acogidas con indescriptible entusiasmo. Uno de los coristas recordó la proximidad de una fiesta que el quería propia para el debut de la gran coral. Pero el joven músico le atajó con estas palabras:
"No queridos amigos, no impongamos fecha determinada alguna a nuestra presentación en público. El coro debutará cuando pueda hacerlo dignamente. Si con los elementos que disponemos podemos edificar un palacio, ¿por qué hemos de contentarnos con una chabola?. Con tiempo y material para construir sólidos muros a nuestro edificio coral, ¿por qué hemos de limitarnos a improvisar un simple pabellón?. Un coro edificado sobre bases enclenques es mas bien perjudicial a la cultura. Por otra parte, los éxitos superficiales obtenidos ante un público bien dispuesto, pero in-experimentado en esta rama del arte, acaban inhabilitando al oyente para toda su futura reacción constructiva. En una palabra, allí donde existió y triunfó un coro mediocre jamás se organizó otro mejor."

Preparando en Zaragoza la presentación del Orfeón de Graus

"Querida madre y Agustín: Estoy en Zaragoza para preparar la venida del
Orfeón de Graus, desde esta ciudad os envio muchos recuerdos y abrazos,
vuestro Manel"

El maestro envió la postal a la dirección en donde su hermano Agustí
trabajaba en la plaza Cataluña de Barcelona - 3 de diciembre de 1914

El gran coro orfelinense hubo de esperar fragorosos temporales. Las autoridades no le otorgaban mas de un mes de vida. El Presidente del Casino de "Arriba" maldijo la idea que había tenido de crear un coro propio y se esfumó como por arte de magia. Lo mismo hicieron el alcalde, los caciques y su media docena escasa de incondicionales prosélitos. Afortunadamente nada pudieron contra el coro, por lo menos en unos años. A un orfelinense que se atrevió a hablar irrespetuosamente de la institución canora le zambulleron con su traje dominguero en el río.

"Personalidades muy influyentes
visitaron con frecuencia la villa
para oír la Gran Coral que
tanta gloria había alcanzado."
Los coristas orfelinenses, perseverantes y leales, del primero al último, hicieron honor a la palabra empeñada y, en consecuencia, memorables por todos conceptos fueron los triunfos obtenidos en las urbes que la Gran Coral visitó, para lo cual hablan de recorrer durante la noche los primeros 40 kilómetros de carretera que les separan de la estación de ferrocarril más próxima. Para ello se vieron obligados a usar todos los vehículos de la villa en uso y los que existían en desuso, arrinconados de los 50 años precedentes.

Personalidades muy influyentes visitaron con frecuencia la villa para oír la Gran Coral que tanta gloria había alcanzado.Además, numerosos personajes de elevada alcurnia artística, política y social de toda España le patrocinaron, limitándose a mencionar como una brillante y formal continuación de este aserto las siete figuras señeras siguientes: un museo, un pintor, un poeta, un periodista, un sabio, una infanta y un rey. Osea, Bretón, Zuloaga, Guimerá, Mariano de Cavia, Ramón y Cajal, la Infanta Isabel de Borbón y Alfonso XIII.

Muchos recuerdan todavía con nostalgia la gesta de Orfelia evocada en esta pequeña historia. De ella, se desprenden dos claras consecuencias, una afirmativa y la otra negativa. Afirmativa, porque dicha gesta, que por unos años sumergió a los buenos orfelineses en los inefables goces de una común cultura artística, revela la razón que asiste a los que afirman que el español es uno de los pueblos mas intuitivamente artistas del mundo, deduciéndose de ello, cuan fácil sería sacar el debido rendimiento de sus magnificas cualidades raciales. Negativa porque una triste realidad indica cuan difícil le es a nuestro pueblo desprenderse del peso enorme, secular, de la rutina y de la ignorancia, ambas puestas al servicio de los intereses particulares.

El Orfeón de Graus posando con su flamante estandarte, Manuel Borguñó
esta de pie en el centro con bigote, corbata negra y traje gris oscuro
Terminemos afirmando que el bello ejemplo de Orfelia podrían seguirlo en nuestra patria, centenares, tal vez millares de poblaciones de parecida categoría, las cuales pueden equiparase a un magnífico violín antiguo olvidado, en la lóbregas profundidades de un desván, con las cuerdas flojas, y que nadie cuida de templar.

!Si los españoles quisieran... !

Manel Borguñó Pla

Manel Borguñó y su esposa Merçe Sabaté fotografiados en Graus por Aguilar

El profesor y pedagogo Manuel Borguñó Pla vivió todas las aventuras en Graus junto a su querida mujer Merçe Sabaté. Mientras residían en Graus sufrieron la tragica muerte de uno de sus hijos que fue sepultado en la villa. Nuestro "Oncle Manel y Tía Merçe" siempre me decían que en Graus habían dejado una muy querida y recordada parte de sus vidas.

Nuestro querido "Oncle Manel" escribío este articulo en 1950 en Tenerife,
donde dirigía el Instituto Musical de Pedagogía.
PAZ
Familia Borguñó 2015



lunes, 17 de agosto de 2015

Maestro Borguñó Cromosoma

Ningún descendiente de los dos maestros Borguñó ha escogido la música como profesión. La profunda vocación musical que profesaron los maestros Agustí y Manel Borguñó no ha continuado, sus nietos y bisnietos se dedican a otros menesteres profesionales.

Pero las cosas pueden cambiar con los tataranietos. En USA y en Tenerife, los ultimos descendientes de los maestros, desde pequeños estan mostrando que llevan la sangre de los dos maestros.

En Estados Unidos tenemos a Andrea, la tataranieta del maestro Agustí Borguñó Garriga, con una demostración de percusión.


En Canarias tenemos a Walter, el tataranieto del maestro Manel Borguñó Pla pero aun no habla y no sabemos si podra emular el "1, 2, 3 & 4" de Andrea. Por el momento nos podemos quedar bien tranquilos con Andrea, el sentido del ritmo y  alma musical que demuestra tener en el video, nos confirma los cromosomas que lleva,... "Cromosomas Borguñó", puro ADN musical.


PAZ

sábado, 15 de agosto de 2015

Estreno en el Palau de la sardana de Borgunyó "Ales desplegades"

El maestro Agustí Borguñó Garriga desde Nueva York y su primo-hermano Agustí Borguñó Pla en Barcelona, supieron trabajar "a distancia" para que las sardanas escritas en USA pudieran ser interpretadas, cuanto antes, en todas las plazas catalanas. La sardana "Ales desplegades" es un buen ejemplo de la rapidez con que los dos Borguñó trabajaban.

Agustí Borgunyó Garriga, un catalán en Nueva York

Nos complace compartir el programa de fiestas en el cual se incluyó la interpretación de la sardana "Ales desplegades" escrita por el maestro Agustí Borguñó. Se trata de las fiestas que la Cofradía de San Marcos Evangelista de Maestros Zapateros organizó en 1948 en honor a su Santo Patrón.



 Las fiestas en honor a San Marcos Evangelista del año 48 incluían un selecto espectáculo nocturno que se celebró en el Palau de la Música el día 23 de abril a las 10 de la noche. En dicho espectáculo participaron significativos personajes del mundo del arte y la cultura. El humorista Muntañola, el gran imitador Casademunt y el primer actor Alejandro Ulloa, fueron los encargados de hacer sonreir y emocionar a todos los asistentes. En el apartado musical el piano del maestro Rafael Galvez acompañó las tres actuaciones de los solistas Rosa Balcells, Emili Vendrell y María del Pilar Socorro. Los encargados del concierto musical fueron los músicos de la Cobla Barcelona dirigidos por Joaquin Soler Serrano.


Fue en la tercera parte del espectáculo donde la Cobla Barcelona interpreto por primera vez en el Palau la sardana "Ales desplegades". Esta sardana fue escrita por el maestro Agustí Borguñó en la ciudad de Nueva York en febrero de 1948 y dos meses más tarde ya estaba sonando en el Palau. Todo un récord a finales de la primera mitad del siglo pasado.


El Océano Atlántico no pudo impedir que el maestro Borguñó diera a conocer sus composiciones a todos los sardanistas y aficionados del otro lado del charco. Cada domingo al amanecer en Nueva York, el maestro sabía que, en aquel justo instante, los sardanistas catalanes estaban danzando las sardanas que Borguñó escribía con tanta nostalgia desde la ciudad de la manzana.

PAZ
Familia Borguñó 2015

jueves, 13 de agosto de 2015

"Fotos de Guerra", un fotógrafo poco conocido: Jorge Borguñó Clua


Uno de los aspectos poco divulgados del empresario catalán Jorge Borguñó Clua, consiste en que durante toda su vida fue gran un apasionado de la fotografía. Lo poco que un servidor sabe de fotografía me lo enseño él. Cuando me regaló mi primera cámara reflex, tuvo la paciencia de instruirme en el arte del diafragma, obturador y foco. Recuerdo que el día que me explicó como funcionaba un obturador, utilizo sus fotos de cañones disparando. Nunca más se me ha olvidado la lección del obturador. Con tanto cañón y tanta explosión fotografiada en menos de una décima de segundo, la lección de mi padre se me quedó grabada para el resto de mi vida.

Foto Colimbo - Los Castillejos

El primer negocio que Jordi Borguñó Clua pudo montar por su propia cuenta, estaba íntimamente relacionado con la fotografía y el ejército español. No duró mucho tiempo, pero le permitió ahorrar lo suficiente para poder fundar su propia empresa y dedicarse a su autentica pasión: fabricar productos electrónicos.

Gracias a las gestiones del señor Camprodón, Jordi Borguñó obtuvo la licencia para montar en el verano de 1950, un laboratorio de revelado fotográfico en el Campamento de los Castillejos. El señor Camprodón, padre de uno de sus mejores amigos tenía muy buenos contactos con el ejercito español de aquella época. Los Castillejos era un campamento militar de verano donde los estudiantes universitarios españoles cumplían su servicio militar  durante la época estival, con el fin de no interrumpir sus estudios académicos del resto del año. Se trataba de una instalación del ejército completamente aislada en lo alto de un macizo montañoso del término de Reus, en la provincia de Tarragona.


El propio Jordi Borguñó construyó en junio de 1950 el laboratorio con el mismo material con que los militares construían sus barracones y dependencias. El montaje del barracón no fue nada fácil. Para poder revelar durante el día era imprescindible que en el interior del barracón reinara la completa oscuridad. Fueron necesarios aplicar en muchos lugares "parches extra" que impidieran el paso de los rayos solares en el interior del barracón-laboratorio..


El laboratorio se ubicó en un lugar excelente. Estaba justo en la entrada de los barracones-dormitorio de los soldados. Todos los soldados pasaban por delante de la pequeña construcción que albergaba el laboratorio fotográfico. El nombre seleccionado fue el mismo que tenia la humilde marca de radios a vávulas que Borguñó fabricaba en Barcelona con su amigo Camprodón: Radio Colimbo. De forma que "el barracón de las fotos" oficialmente fue llamado Foto Colimbo.

Jordi Borguñó Clua con su cámara y brazalete de fotógrafo de Castillejos
El negocio consistía en vender a los soldados las fotos de sus "aventuras de guerra" que en el exterior del propio barracón quedaban expuestas en unos murales. El soldado podía comprar una foto que mostraba como el día anterior estaba "jugando a guerras".
Las fotos que mas se vendían eran las realizadas a los soldados cuando llegaban al campamento después de haber estado todo el día de marcha por los montes aledaños. Los soldados salían en las fotos completamente sudados, descamisados, sucios y hechos polvo. Cuando el soldado escribía a sus familiares para pedir provisiones y dinero, la foto del pobre soldado destrozado se añadía a la misiva, con la intención de que sus familiares vieran "lo mal que lo estaban pasando".

El "Barracón de las fotos" en hora punta. Los soldados iban buscando en los
murales las fotos en dónde salían con mal aspecto y las enviaban a la familia

Jordi Borguño Clua y Francisco Saiz Espí junto a los murales con las fotos
de los soldados. En el interior del barracón es donde el propio Borguñó
revelaba los negativos y ampliaba las copias.

A la mañana siguiente de haber finalizado una marcha, Jordi Borguñó ya había revelado y expuesto en los murales todas las fotos de los "pobres soldados". Los soldados compraban la foto en donde salían en peores condiciones, argumentando que se trataba de una gran inversión que se recuperaba con creces al recibir  los paquetes enviados por las familias.

Jordi Borguñó Clua fue un gran amante de la fotografía y siempre buscaba la forma mas espectacular de fotografiar a los soldados. A continuación compartimos otra "foto de los cañones"en donde la trayectoria del proyectil ha quedado perfectamente definida.



Mi padre nos comentaba que estas fotos de los cañones disparando tuvieron una gran acogida. Solo era preciso que en la foto se reconociera el rostro del soldado. Cuando el soldado mirando las fotos de los murales se reconocía en una de ellas, la compraba para poderla mostrar a sus amigos y familiares.

Una de las diversiones fotográficas de Jordi Borguñó consistía en auto-
retratarse utilizando el disparador automático de su cámara.
Otro auto-retrato de Borguñó en las altitudes de Castillejos

Curioseando la tecnología óptica del ejercito español.
En este otro "auto-retrato" todo salió fuera de cuadro, incluido
el "cortado" militar de la derecha responsable del aparato

Trabajar para el ejército español brindó a mi padre la ocasión de volar por vez primera. La oportunidad le surgió cuando los "peces gordos" del campamento le encargaron unas fotos aéreas de el Campamento de Castillejos y de sus alrededores. Para ello le proporcionaron una de las avionetas del ejercito español con piloto incluido. Despegaron y aterrizaron desde la base aérea de Reus. Una de las anécdotas que nos contaba de su bautismo del aire es que pudo quedarse con alguno de los negativos de aquellas fotos aéreas. Esto le permitió poder exponer en los murales del barracón, las novedosas fotos aéreas del campamento de Castillejos. Fueron todo un éxito de ventas, nos contaba emocionado que casi todos los soldados compraron una copia. Poder enseñar a la familia como era el lugar desde el aire, era una novedad que no pasó desapercibida y entre los soldados se puso de moda.

Desgraciadamente ninguna de estas fotos aéreas fue conservada y actualmente en la familia no tenemos ningún negativo o positivo de aquel primer vuelo en avioneta de Jorge Borguñó Clua. En la siguiente fotografía podemos ver a Borguñó junto a uno de los murales en donde se puede apreciar que la foto de la izquierda es una foto aérea del campamento de Castillejos.
Jorge Borguñó frente a uno de los murales


Otro de los productos "estrella" de Foto Colimbo fueron las fotos panorámicas, tan en boga hoy en día. Pero en aquellas épocas las fotos panorámicas eran muy poco conocidas y Borguñó tuvo la genial idea de confeccionar unas cuantas fotos de formato panorámico. Las realizaba juntando dos tomas contiguas de las magnificas vistas que se disfrutaban desde lo alto del campamento. Tenían el tamaño adecuado para poder ser enviadas dentro de los sobres de las cartas de los soldados. Los soldados con alto poder adquisitivo compraban una foto panorámica para mostrar el paisaje del campamento de forma novedosa a sus familias:

Foto panorámica desde lo alto del campamento.
En el reverso puede observarse como Jordi Borguñó pegaba con paciencia las dos fotos que formaban la espectacular panorámica. El sello en rojo de Foto Colimbo - Los Castillejos, dan buena fe de donde provenían "las dos fotos que eran una". Los números de la foto escritos a lápiz, tambien son buena muestra del autor de la idea: esta manera de escribir el número 2 es, sin ninguna duda, la de mi padre que en PAZ descanse.


Foto Colimbo estuvo presente en el campamento de Los Castillejos durante los veranos de 1950, 1951 y 1952. En el primer verano su vehículo para moverse y salir del aislado campamento militar de montaña, fue una bicicleta. Para ir del campamento a los centros urbanos más próximos, todo era bajada y la bicicleta era perfecta. El problema era el viaje de regreso al campamento que era como subir "La Madeleine". Pero nuestro intrépido fotógrafo militar tenía soluciones técnicas para cualquier problema y subía al campamento de Castillejos agarrado al autobús de linea que realizaba el trayecto. Son de aquellas cosas que cuando eres pequeño tu abuela te cuenta y se te quedan grabadas: "Tu padre de joven era muy atrevido, subía a Castillejos agarrado al parachoques trasero del coche de línea".

Esta foto tomada desde lo alto del campamento de Castillejos nos da a
entender el motivo de subir agarrado al autobús.

Las cosas fueron bien y para el siguiente verano de 1951, Jordi Borguñó se pudo comprar una flamante moto de segunda mano mono-cilíndrica de la prestigiosa marca Villers. La Villers aparcada junto a los barracones de la entrada al campamento de Los Castillejos, era una de las fotos que Borguñó conservaba con más cariño en su álbum fotográfico particular.

La Villers junto al barracón de entrada al campamento

El nuevo medio de transporte le permitió poder salir del campamento en mejores condiciones, sin necesidad de volver a Castillejos agarrado a lo primero que pasaba.

Un orgulloso fotógrafo aficionado a las dos ruedas

Actualmente este tipo de negocio fotográfico-militar, no tendría ningún porvenir. La fotografía ahora la puede realizar el propio soldado desde su teléfono móvil y enviársela a su familia en segundos. De todas formas hoy en día tampoco hay soldados en las montañas de tarragona haciendo instrucción. Esto también acabo.


De su etapa de fotógrafo Jordi Borguñó Clua conservo pocos recuerdos. El carnet que compartimos demuestra su afiliación a la Agrupación Fotográfica de Cataluña del año 1958 con el número de socio 1953. Suponemos que fue el ultimo año que pago la cuota de socio y por tal motivo, guardo esta tarjeta de identidad con cariño. No llego ni siquiera a firmarlo, ni puso su foto retrato, pues por aquel entonces le surgieron otras cuestiones a las que atender. Y es de agradecer por que es justo el año en que tuvo a su primer hijo, un servidor.


Jordi Borguñó con su cámara al hombro.
Imagen del arquetipo de empresario catalán.
La meta que se marcó estaba muy lejos,
pero supo alcanzarla.

En la década de los 50, Jordi Borguñó Clua, supo mirar hacia el futuro con un claro objetivo:
"Crear bienes y puestos de trabajo, partiendo de cero".
Y por Tutatis que lo consiguió!!!
El dinero que ahorró aquellos dos veranos en Los Castillejos fue su humilde capital inicial con el que empezó a realizar su sueño. En 1970, ya eran mas de 300 los trabajadores que estaban contratados en empresas fundadas y dirigidas por este nato empresario catalán.  La fabricación de productos electrónicos fue su pasión: aparatos de radio portátil, componentes para TV, micrófonos, audífonos, auriculares, relojes electrónicos, displays electrónicos, pantallas digitales y marcadores electrónicos,..... donde habia electrónica, allí estaba Jordi Borguñó Clua.

El número de empresas y marcas fundadas por Jorge Borguñó Clua es impresionante. De entre todas las empresas fundadas por Jorge Borguñó Clua, podemos destacar:
  • Radio Colimbo.- fabricación de radios electrónicas
  • Foto Colimbo.- veranos del 1950, 51 y 52
  • PIACA.- fabricación de componentes para TV(sintonizadores UHF, bobinas reflectoras,etc.)
  • Microson .- fabricación de aparatos de sordera
  • Reivox.- fabricación de relojes electrónicos, radios y auriculares estéreo
  • Talleres Condal se manufacturaban todas los componentes metálicos de PIACA
  • Banalec.- frabricación de despertadores digitales de sobremesa
  • BAYBOR.- fabricación de radios y marcadores electronicos para deporte
  • BORPA.- representante oficial de los relojes Zenith, Borel y Orient
  •  Thermoelectron.- fabricación de micrófonos para aparatos sordera de Microson
Una dilatada carrera empresarial que fue posible gracias a un pequeño capital inicial conseguido gracias a la fotografía y a su revelado "casi instantáneo". Fue la profesión de fotógrafo la que le permitió crear un pequeño imperio industrial que hasta le llevo a poder ser Proveedor Oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
PAZ
Familia Borguñó

lunes, 10 de agosto de 2015

"Queremos un coro" Primera Parte. La historia de la creación del Orfeón de Graus



Manel Borguñó Pla
El diario La Tarde publicó este artículo del profesor Manel Borguñó Pla, dividido en dos partes. La primera parte fue publicada el 25 de mayo de 1950 dentro de la sección "Jueves musicales de La Tarde", y es la que hoy vamos a reproducir.
El profesor Borguñó regresó de la Guerra contra Marruecos con una extrañas fiebres. Los médicos de Barcelona le aconsejaron un cambio de clima en algún lugar del Pirineo. El pueblo de montaña que Manel Borguñó y su mujer Merçe seleccionaron para retirarse por una temporada fue Graus. En este artículo el maestro nos cuenta cual fue la reacción del pueblo a su llegada. Es la historia de un lindo pueblo alejado de las grandes urbes y que sueña con tener un coro "lo mejor de lo mejor".

En mi humilde opinión, dentro del mundo coral y la historia del canto en España, este articulo de mi tío-abuelo no tiene desperdicio. Siempre decía que el no servía para las letras y que lo suyo era la música. Pero el maestro Borguñó en esta historia en dos partes, nos describe a la perfección como eran los pueblos españoles y sus gentes a principio del siglo 20. Esperamos que sea de vuestro agrado.

QUEREMOS UN CORO

Pequeña historia en dos partes

Por Manuel Borguñó

Primera Parte

En una gran ciudad cuyas playas son acariciadas por un mar perennemente azul, un joven músico, inclinado por innata disposición a especializarse en la dirección de coros, al regreso de un viaje al país africano, sintiéndose de repente, atacado por unas fiebres. Los médicos de aquel músico le aconsejaron que buscara refugio en una lejana población situada en los márgenes de un río montañés desde el cual se vislumbra, a discreta lejanía, un maravilloso panorama de montes nimbados de nieves eternas.

Como en lo que voy a contar hay una mescolanza de fantasía y de autentica realidad, empiezo por acreditar lo primero, intitulando está población con el romántico nombre de Orfelia.

La Orfelia de este artículo de Manel Borguñó, es el lindo pueblo de Graus.
Esta es una de las postales que el maestro conservó de recuerdo

Orfelia era una población pequeña, alegre y simpática, de escasamente tres mil habitantes, cordial y bullanguera, de una cultura superior a la que cabría esperar en aquellos lejanos y recónditos parajes, pues ocurrió que a los pocos días de haberse instalado nuestro músico en un confortable hotel de la localidad, se enteraron los vecinos de la  especialidad artística que cultivaba el recién llegado. Compositor, a la sazón de unas cancioncillas lo suficientemente mediocres para que aceptadas por la moda como buenas, le produjeran pingues beneficios. Y considerando los orfelineses un deber ineludible el de aprovechar la ocasión que el azar les brindaba para utilizar sus servicios en bien de la comunidad, decidieron visitarle en corporación.

Lo hicieron un domingo por la tarde mientras el colega de Orfeo, digería placidamente su ágape en el café público situado en los bajos del hotel. Hechas las presentaciones de rigor, un caballero de luenga barba y porte respetable, que resultó ser el señor maestro y presidente del casino "de arriba", pronunció estas palabras:

- Querido profesor, queremos un coro y sabemos que Usted nos lo puede dar. ¿Acepta la propuesta?

- Hombre, según... pues hay coros y... coros- exclamó balbuceando el pobre músico, altamente sorprendido.

- Es que queremos lo mejor de lo mejor- repuso el señor maestro.

- Yo no se lo que entienden ustedes por lo mejor de lo mejor.

-  Por favor joven profesor. Yo tengo mis ribetes de aficionado y en mis buenos tiempos había formado y dirigido alguno que otro corrillo y la cosa no iba del todo mal. Aún podré ayudarle, si como esperamos, acepta nuestra proposición.

- ¿Lo quieren de voces mixtas o de hombres solos?

- Si mi colaboración ha de ser de alguna utilidad, será de hombres solos. Aquí somos ante todo, buenos cristianos. Lo que importa es elevar cada día mas el nivel social y moral de los obreros orfelinses.

Boguñó fue protagonista en 1916 de la portada
de la revista Arte Musical gracias al éxito
de su composición "Viva Aragón"
Un poco amoscado el músico y más dispuesto y sereno, quiso ponerles a prueba, y recordó que en su maleta guardaba una colección de curiosos programas de distintas clases de coros debidamente calificados. Así lo indicó a los visitantes que pidieron verlos.

Subió a su habitación y tras unos momentos de espera apareció el joven músico con un álbum del que  extrajo el primer programa de la colección, en cuya primera cara aparecía un emocionante fotograbado. En él, un centenar de coristas cantaban cobijados bajo la sombra de un frondoso árbol, en mangas de camisa y en plan de sano humorismo. De su indumentaria capilar pendían numerosos ramitos de laurel y tomillo, luciendo en sus orejas sendos claveles. Detrás, en el centro del grupo, robustos coristas sostenían sobre su hombro derecho, los colosales atributos del coro: una parrilla, una sartén, una cuchara y un tenedor. En el fondo, a la izquierda, veíase una llamarante hoguera que caldeaba un descomunal puchero. Parece ser que, en el momento de ser sorprendidos por la máquina fotográfica, Se hallaban en plena "elocubración artística", pues unos "tragueaban", mientras los más cantaban sosteniendo en la mano, a guisa de trofeo, apetitosas chuletas.

El almibarado y barbudo señor maestro y a la par presidente del Casino  de "Arriba", secó los cristales de sus gafas, las aplicó a la punta de la nariz y a medida que miraba y leía el programa movía la cabeza diciendo: "No, no, esto no es para nosotros, usted joven, no nos conoce, somos gente seria".

He aquí, lo que leyó el pobre maestro: "Coro de la Sartén". Gran concierto gastronómico-campestre. Y en la página siguiente iniciaban el programa las obras siguientes. "Canto a la Luna" con música del "Vals de las olas", "Camilla se casa" con música de "La Viuda alegre", etc. No quiso el señor maestro saber más y  despectivamente, paso el programa a sus acompañantes. Más, a algunos no le desagradó la perspectiva y aunque no se atrevieron a exteriorizar sus reacciones, no pudieron delatar que el semblante les delatara, lo cual hizo que el señor maestro, antes de que desmoralizaran a los demás, les aguara el entusiasmo recordándoles que ellos habían quedado en organizar, lo mejor de lo mejor en el arte coral, no en el culinario.

Desechada, muy a pesar de la mayoría, la organización de un coro similar, el joven músico les enseñó la segunda muestra de coro, este más musical y menos gastronómico. En el fotograbado de este modelo aparecían otro centenar de coristas, en actitud arrogante, luciendo traje dominguero, una rosa en el ojal, el dedo pulgar en el chaleco y la otra mano en el bolsillo del pantalón. En el fondo una bandera y en ella se leía entre sus pliegues, con letras bordadas en oro: "Coro del Pensil". Este coro no llamó la atención, pues era demasiado reciente la profunda impresión producida por el primero.

Inmediatamente el músico extrajo de su álbum el programa del tercer coro modélico, tambien centenario de cantores, los cuales iban ataviados sobriamente, en actitud natural y sencilla de cantar, reunidos alrededor de un bonito estandarte rematado por una lira. Los numerosos trofeos ganados por este coro no dejaban ver claramente la fecha de su fundación de la que solamente se veían los tres primeros números" 186 y se leía malamente entre cintas y medallas una inscripción: "La Lira Moderna". No obstante, a pesar del título y de llevar el programa una fecha reciente (1914), el repertorio era el mismo que 60 o 70 años atrás. Es decir, se trataba de uno de tantos coros que el café, el billar y el tresillo han fosilizado y que todavía hoy, sigue cantando, poco más o menos, lo mismo que entonces, actuando esporádicamente con obstinada discontinuidad, del cual existen todavía curiosos ejemplares en todas las ciudades españolas.

Sin embargo al señor maestro, le cayó bien y entregó el prospecto a sus compañeros reomendándolo como modelo de coro que el Casino de "Arriba" había de imitar.

Mas, no habían tenido todavía tiempo de examinarlo cuando del álbum del joven profesor resbaló un opusculo magníficamente editado. Era el resumen anual de la labor realizada por un gran Orfeón.

Esta es una de las postales enviadas desde Graus a la familia de Barcelona
Lo abrió el pusilámine señor maestro y vio en la primera página un hermoso fotograbado. Se trataba de un nutrido coro mixto Hombres y mujeres debidamente distribuidos en varios grupos o secciones, formaban un conjunto de bella y variada homogeneidad. Lo pasaron de mano en mano y el señor maestro pudo oir como unos jóvenes en voz alta exclamaban: -"Buenas hembras, ¿eh?" - Entonces un señor alto de buena presencia que hasta entonces había permanecido silencioso, tomó la palabra y espetó un elocuente discurso pretendiendo demostrar que aquel modelo era el que habían que imitar los orfelinenses. Entre tanto el señor maestro decía obstinadamente, no con la cabeza. Fueron recabadas otras opiniones y acabaron hablando todos a la vez sin que los puñetazos en la mesa ni la formidable dialectica del sabio señor maestro pudiera dominar el tumulto.

Unos afirmaban que las chuletas y el vino son dos excelentes estimulantes de la inspiración artística. Otros decían que el vino y el canto son desde la antigua Grecia compañeros inseparables y que aquel, con este aumentaba de graduación. Los jóvenes con escandalosos guiños que ruborizaban al maestro, abogaban por la participación del "bello sexo" en el coro. Los de más allá, decían que las mujeres acabarían por enredar todo y acabarían conduciéndolos como corderillos hacia donde ellas quisieran.

Algunos, y entre ellos el señor maestro, decían que el sitio propio para solozarse a la mujer era la cocina y la iglesia y que fuera de este reducido ámbito, su intervención es de todo punto peligrosa para la sociedad. Unos despreocupados, con objeto de enredar más el cotarro y meter más ruido, daban la razón a todos los bandos, y el pobre músico que era el único que tenía derecho a hablar, no podía meter baza. Cada vez que lo intentó, nadie le hizo caso.

Para descargar su turbia cabeza y descansar de aquel estrépito, se fue al mostrador a pedirle un refresco a la robusta mujer del hotelero. Esta le dijo al oído: -"Joven, hágame caso a mi, ponga mujeres en el coro, Si usted consigue que entren una docena de mujeres tendrá a todos los hombres del pueblo detrás. Los hombres son unos títeres que no hacen más que lo que nosotras queremos. ¿No lo sabía esto usted?"- Si claro, contestó el músico medio atontado.

El desdichado acabó por tomar la decisión de huir, pero cuando se hallaba justo a la puerta de la calle se sintió solidamente agarrado por el brazo y conducido otra vez a su silla. Poco a poco se recuperó el silencio inicial y le pidieron su opinión.

Esta es una de las postales de Graus
que el maestro conservo y nunca envió
a nadie. Borguñó fue un gran admirador
de un hijo de Graus, Joaquín Costa, 
El pedagogo canoro de marras fue siempre un hombre aturdido, de reacciones muy lentas y de palabra torpe. No es que fuera tonto, pero aveces lo parecía. Abstraído y amnésico por naturaleza, cuando hablaba o no le salía nada de lo que se proponía decir, o le salía demasiado. De temperamento poco efusivo, pero excesivamente comunicativo y cordial, siempre sentía más preocupación por lo que había dicho que por lo que tenia que decir Por fin habló: - "Señores han estado ustedes perdiendo el tiempo el que ha de escoger la clase de coro que quiero dirigir soy yo. Un coro nutrido en una población como esta, no puede ser exclusivamente del Casino de "Arriba" ni del de "Abajo", si no de todo el pueblo, sin excluir a las mujeres ya que ellas son la sal y pimienta de la sociedad . Si ellas...." Al llegar aquí fue interrumpido por estentóreos hurras y ensordecedores aplausos. Cuando estos terminaron, el músico había olvidado lo que iba a decir. Se suscitó la cuestión del local para los ensayos y como alguien propusiera uno con café billar, tresillo y demás diversiones suplementarias, el músico que a pesar de su juventud era ducho en la psicología de los cantores, afirmó que por lo general, el café mataba al coro, si el coro no mataba antes al café. Bastó que la simpática mujer del hotelero le insinuara a su marido que para los ensayos cediera la platea del teatro de su propiedad y único en la  villa, para que el joven músico accediera.

Añadamos para terminar que el domingo siguiente acudió todo el pueblo al teatro para escuchar la palabra del joven músico y que se inscribieron para el coro mas de 100 mujeres y cerca de 150 hombres. Fueron declarados útiles el 85 por ciento y que el coro en sus breves años de existencia -pues no se podía esperar que el músico sacrificara allí enteramente la suya- se llenó de gloria y fue considerado por a crítica musical de los grandes centros urbanos que visitó, como una de las masa corales mixtas mas prestigiosas y perfectas de su época.

Por si la experiencia puede algún día ser de alguna utilidad al arte coral, en una segunda parte explicaremos cómo y por qué el músico logró tamaño éxito.

FIN PRIMERA PARTE

La historia de un sueño que, todo un pueblo unido, hizo realidad.


miércoles, 5 de agosto de 2015

Radio-portatil Baybor modelo T-3000 AM-FM con 9 transistores




Con la fabricación del completo modelo del radio-transistor portátil Baybor T-2000, la empresa catalana tenía muy difícil renovar la gama con un nuevo modelo. Jordi Borguñó Clua director y fundador de Baybor SA, decidió apostar por buscar una nueva estética exterior para el nuevo modelo en cuestión.

Las cajas de plastico de la T-3000 se inyectaron en color
granate y color gris, como la de esta foto-bodegón
Así nació el modelo Baybor T-3000 ya que incorporaba 9 transistores y la posibilidad de sintonizar la Frecuencia Modulada. Hasta aquel momento en la estética de la mayaría de radios siempre destacaban las formas rectangulares. El modelo T-3000 incorporaba en su frontal dos grandes círculos. Un circulo negro para las sintonias de AM y FM, y un circulo plateado donde se ubicaba el altavoz. Todo esto estaba unido con una gran asa que hacía conjunto con el aparato.


Una gran asa que facilitara el transporte del aparato, se empezó a poner de moda, significaba que aquel aparato era realmente portátil. El modelo T-3000 fue un gran éxito de ventas y su diseño fue decisivo para que fuera el aparato de radio preferido de las personas de edad avanzada con problemas de vista. La altura y visibilidad de los números de las emisoras, era la ideal por su gran tamaño y contrataste. La mayoría de diales de la epoca eran con muchos números muy pequeños y una persona mayor, pasaba al plan B: sintonizar de oído


En esta fotografía de promoción del modelo T-3000, realizada en la playa de Castelldefels, por el fotógrafo y publicista Zardoya, amigo de la familia. En estas fotografías publicitarias de la playa, los círculos son los protagonistas principales.

En la parte trasera se accedía al cambio de las pilas. La Baybor T-3000 funcionaba con cuatro pilas de 1,5 voltios.





Joan Juliá Enrich en su libro Radios españolas
ha valorado al Baybot T-3000 con 3 estrellas

Los dos modelos de Baybor T-2000 y T-3000 podían adquirirse en la mayoría de comercios y tiendas de electrónica de España. Para comercializar estos dos modelos el señor Borguñó utilizó la red de ventas de otra de sus compañías de éxito: la marca PIACA, fabricante de rectificadores y sintonizadores de TV. Le red comercial de PIACA cubría todo el país, cualquier tienda de componentes electrónicos del mas remoto lugar del territorio español, tenia en su escaparate los modelos de Baybor T-2000 y T-3000.


Baybor T-2000 y T-3000


lunes, 3 de agosto de 2015

La visión de la Educación Musical del profesor Borguñó en 4 frases


El propio maestro Borguñó seleccionó como introducción en uno de sus últimos libros, una serie de frases y pequeños párrafos, acerca de su tan querida Educación Musical. Ocuparon tan solo dos hojas pero resumen de forma magnífica la filosofía del maestro Borguñó entorno a la educación musical de  los mas pequeños.




Tal y como reza la ultima de estas frases, podemos asegurar que por el momento Dios no ha querido que las paginas de los libros de Manel Borguñó puedan haber sido útiles. Sigamos esperando a que el Destino y el Tiempo arreglen la situación. Que por esperar no sea. Nuestro querido Oncle Manel ya hizo todo lo posible para que la espera,... no sea eterna.

PAZ