lunes, 27 de marzo de 2017

La villa de Falset en el siglo 19 a través de los documentos familiares



Todas las familias han tenido problemas con las herencias y nuestra familia no es una excepción. Pero gracias a haber sufrido dichos problemas, han podido llegar hasta nuestros días una serie de documentos notariales y recibos de pagos realizados en Falset desde 1813 hasta comienzos del siglo XX. Son unos documentos relacionados con la posesión de unas tierras y unas casas de Falset que nuestra abuela heredó y que la Guerra Civil "se lo quito".

Se trata de una serie de recibos y actas realizados en una época donde muy pocos sabían leer y escribir. Por tal motivo la labor de los escribanos y notarios fue fundamental para que las transacciones y los pagos de las deudas quedaran reflejadas de forma clara entre ambas partes. En este sentido nuestros antepasados familiares residentes en Falset fueron guardando los documentos notariales y los recibos que durante el siglo 19 realizaron en la capital del Priorato catalán. El paso del tiempo no perdona y la mayor parte de ellos no han llegado a nuestros días. Pero, afortunadamente alguno de ellos han resistido humedades, roedores e incendios.

Para nuestra familia es un placer poderlos compartir.

En este primer documento podemos comprobar que en 1813 la moneda que se utilizaba en Falset con Fernando VII eran los maraveríes. La cantidad en concreto reflejada en el documento es la de 272 maraveríes. En dicho documento podemos observar el sello del monarca español, un sello que ya ha cumplido los 200 años de antigüedad.


El documento consta de 4 hojas manuscritas y al final junto a la firma se hace constar de que se trata de una copia de un documento guardado en la villa de Falset. El paso de los años ha deteriorado el documento justo al final con toda la parte inferior derecha completamente rasgada. Pero afortunadamente el desperfecto no afecta la magnífica firma y rubrica final de este documento notarial efectuado en Falset en 1813.


De todos los papeles conservados, este es uno de los recibos manuscritos mas ancianos, firmado en la villa de Falset por Sebastia Benet que tiene la particularidad de ser doble, ya que contiene dos pagos correspondientes a los años 1815 y 1816 que Juan Benet efectuó a Antonio y Sebastia Benet. El primer pago fue efectuado el 23 de abril de 1915 y el segundo el 14 de abril de 1916. Corresponden a los pagos anuales acordados en la compra de una pieza de tierra. Por lo visto, en la familia Benet había la costumbre de saldar cuentas en el mes de Abril. Lo que no queda claro es el nombre exacto de la pieza de tierra, ya que en el recibo de 1815 se describe como "Baboixos", mientras que en el de 1816 esta como "Baiboichos"



Este otro recibo manuscrito Thomas Benet testimonia haber recibido de su suegro la primera paga de la dote acordada. Realizado en la villa de Falset en el año 1833 por Juan Huguet, ya que Thomas Benet no sabía escribir.


Documento oficial del año 1835 con el sello tercero de cuatro reales.


Este otro de 1840, luce un sello segundo de ocho reales, junto al sello de los arbitrios de guerra de la provincia de Tarragona.



De 1841 es el siguiente documento con sello segundo de ocho reales.




En la familia Benet no todo iba rodado y uno de ellos llegó a estar encarcelado como podemos comprobar en el siguiente documento de 1846 de Pablo Amigó realizado por el escribano Gabriel Mas Compte del Juzgado de Primera Instancia de Falset.


En este otro recibo Jaume Monlleg, párroco de Falset, manifiesta que Bruno Benet ha pagado en 1851 todos los gastos relacionados con la ceremónia fúnebre de su madre, María Benet Farré y la de su esposa. Desconocemos el motivo de tanta muerte ocurrida en Falset en los inicios de los años treinta del siglo 19.



El alcalde de Falset es uno de los firmantes de este otro recibo del 28 de julio de 1853


La primera paga de una dote que incluye una sábana y una camisa, firmado por Jose María Pedret en la vila de Falset el año 1855

     


Un recibo de 1858 firmado en la villa de Falset y escrito con la clásica caligrafía utilizada al utilizar la plumilla y la tinta de todo escribano que se preciara.


Dos recibos anuales correspondientes al arriendo del terreno denominado "La Porrera" en el término municipal de Falset en 1862 y 1864


En 1864 Antonia Bové recibió por parte de Juan Ballvell la cantidad acordada por el arriendo de unas viñas. Al no saber escribir, el recibo lo realizó y firmó un tal Joaquín.



Un recibo manuscrito del pago del arbitrio de guerra por parte de Bruno Benet y firmado por el Alcalde de Falset el 7 de junio de  1873 y con su correspondiente sello municipal en bastante buen estado.


La devoción que nuestros antepasados familiares tenían por la patrona de Falset, Santa Candia, queda de manifiesto en esta Novena de mi abuela impresa en Reus en 1885 y que ha llegado a nuestros días en bastante buen estado.

Los Gozos en alabanza a Santa Candia, Virgen y Mártir son muy populares en toda la comarca del Priorato debido a la gran veneración que existe hacia las reliquias de la santa y mártir que se conservan en Falset.


La siguiente tarjeta postal enviada a Bruno Benet de Falset  desde Barcelona en 1895 por Óptica Ribera de la calle del Carmen número 11, nos confirma que Bruno Benet encargaba y compraba sus gafas graduadas a esta óptica de la capital catalana.


En esta curiosa publicidad de emplastos y píldoras conservada en la familia, podemos comprobar la importancia y protagonismo que tuvieron a nivel nacional durante aquellas décadas, muchos ciudadanos de Falset como Andrés Magriñá:


Hasta aquí este sencillo recorrido por la villa de Falset del siglo XIX, a través de los documentos conservados en la familia Borguñó. Una época en que los escribas y notarios tenían que suplir a muchos ciudadanos analfabetos.


Familia Borguñó 2017

jueves, 23 de marzo de 2017

Presentacion oficial del libro de Jorge Mur dedicado al Orfeón de Graus


El próximo día 31 de marzo tendrá lugar en Espacio Pirineos la presentación de la obra literaria que resume con broche de oro la magnífica exposición que el año pasado se organizó en Graus.

El viernes 31 todo amante del canto coral tiene a donde ir. Se trata de un libro que no puede faltar en cualquier biblioteca musical que se precie.

Un libro que cuenta uno de los pocos milagros en la historia del canto coral español.

Un libro que recuerda que hace 100 años en los Pirineos Aragoneses se escucharon cantar a los ángeles.

El título seleccionado por el autor, Juan Mur, ya nos indica que tipo de acontecimiento se produjo en Graus ahora hace 100 años: "El Triunfo del Arte".

http://www.espaciopirineos.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=1622:el-triunfo-del-arte-el-libro-sobre-el-orfe%C3%B3n-de-graus-se-presenta-el-31-de-marzo&Itemid=64&lang=es

Familia Borguñó 2017

martes, 21 de marzo de 2017

La Orquesta Sinfónica de Barcelona del Maestro Lamotte Grignon y sus 200 conciertos en sus primeros 12 años de vida


La historia de la música sinfónica en la ciudad de Barcelona le debe mucho al Maestro Lamotte Grignon que, no sin pocos impedimentos, logró hacer realidad uno de sus sueños por el que lucho durante años: que la ciudad de Barcelona tuviera su propia orquesta sinfónica.

Antes de la creación de la Orquesta Sinfonica de Barcelona, los compositores catalanes tenían un serio problema para poder dar salida a sus obras. Solamente muy de tarde en tarde y aprovechando la puntual actuación de alguna orquesta, se podía observar que en algún concierto se interpretaba la obra de un compositor español. Con la creación de la Orquesta Sinfónica de Barcelona los autores españoles empezaron a sonar con mucha más frecuencia.


Los orígenes de la Orquesta Sinfónica de Barcelona se remontan al año 1910 cuando el Maestro Lamote Grignon reunió unos ochenta músicos con los que empezó a ensayar sin hacer "mucho ruido". Se puede decir sin temor a equivocarse que la Orquesta Sinfónica de Barcelona nació sin que tocaran "los bombos y los platillos".

En la siguientes dos imágenes la propia junta directiva del año 1912 nos describe un poco la historia de los inicios de la entidad musical catalana, cuando solamente habían pasado dos años de su  fundación en 1910:

Este es el aspecto que tenía el maestro en 1912:


La celebración de los 200 conciertos en Febrero de 1922 fue todo un acontecimiento para la Ciudad Condal. Con tan solo 12 años de existencia la Orquesta Sinfónica de Barcelona había alcanzado cotas inimaginables de conseguir durante el anterior siglo XIX. Esta es la espléndida portada del programa que se imprimió para la audicion número doscientos que se interpreto en domingo para que toda la ciudad la pudiera disfrutar en la plaza de San Jaime:


La relación de los 200 conciertos interpretados con fechas y lugares, nos muestra la excelente progresion de la orquesta catalana:


Este es el aspecto del maestro en 1922 después de haber dirigido las dos centenas de conciertos:

Sin olvidar el excelente aspecto que tenía toda la orquesta en las famosas matinés que ofrecía algunos domingos por la mañana en uno de los locales barceloneses más emblemáticos: El Dorado

Para acabar nos complace compartir las obras y los autores ibéricos que durante aquella gloriosa década se interpretaron en los 200 conciertos. Ya decíamos al empezar este sencillo artículo que uno de los motivos de fundar una orquesta en la Ciudad Condal fue justamente poder interpretar música "Made in Spain". A juzgar por el número de compositores que aparecen en dicha lista, el objetivo de Lamotte Grignon quedó más que cumplido:


Familia Borguñó 2017

domingo, 19 de marzo de 2017

Los billetes capicúa de principios del siglo XX de la colección de nuestro querido "Tio Pepitu"

EL CAPICUA LLAMADO "ATILA, REY DE LOS UNOS"

Nuestro blog hermano dedicado a los símbolos y los números, acaba de publicar un artículo dedicado a los números capicúa. Todas las imágenes de billetes capicúa que acompañan al texto de dicho artículo pertenecen a billetes de la colección que realizó el hermano mayor de Filomena Clua Amades, la mujer de Agusti Borguñó Pla. Algunos de estos billetes van a ser centenarios dentro de muy pocos años. Esperamos que el articulo "capiculado" en cuestión sea de vuestro agrado:


Familia Borguño 2017

lunes, 6 de marzo de 2017

La Editorial Musical Ildefonso Alier y los Borguñó, una gran amistad familiar muy poco conocida



La familia Borguñó y la familia Alier mantuvieron una estrecha amistad durante las primeras décadas del siglo XX. Esta amistad familiar es una de las razones por la que dos maestros "desterrados" de la Península Ibérica, fueron tan difundidos y publicados en toda España. Sin este tipo de "conexiones", los dos maestros Borguñó, hubieran pasado bastante más desapercibidos.

En la vida de todas las familias, una de las cuestiones que más marca su destino, consiste en el tipo de amistades con las que se relaciona. El caso de la familia Borguño y el éxito obtenido por los dos maestros Manuel y Agustín, son un claro ejemplo de que las amistades familiares pueden llegar a ser decisivas para poder hacer llegar las composiciones a todos los comercios especializados en partituras musicales.

Una de las editoriales musicales en idioma español de mayor importancia a comienzos del siglo XX, fue la editorial "Ildefonso Alier" afincada en la capital española y cuyo representante oficial en Cataluña fue mi querido abuelo, Agustí Borguño Pla, cargo que tuvo hasta que  Ildefonso Alier murió en 1938 a la edad de 74 años. En este sentido la Guerra Civil española tambien jugó un dramático papel frente a todas las empresas y negocios relacionados con la música. En tiempos de guerras y  deprimentes post-guerras, la sociedad española dejo de consumir todo lo relacionado con la música y el negocio de la venta de partituras e instrumentos musicales, desapareció con la llegada de los primeros bombardeos a la Cuidad Condal.


Actualmente en la familia Borguñó desconocemos como y donde se conocieron las dos familias. Tampoco conocemos el año en que Agustí Borguñó Pla empezo a ejercer las funciones de representante y distribuidor oficial para Cataluña y Baleares. En la mayoría de partituras y libretos musicales de Alier el sello oficial de la editorial siempre reflejaba que Editorial Alier estaba en Madrid pero tenía casa en Barcelona. La dirección de Barcelona que los sellos de la empresa madrileña reflejaban correspondía al local que Agustí Borguñó Pla dirigía en la Plaza Cataluña 18. Se trataba de uno de los locales con más solera musical de la Ciudad Condal llamado Casa Maristany. Nos complace compartir alguno de estos sellos de Ildefonso Alier donde muestra que tenía "casa" en Barcelona y que posteriormente también la tuvo en París en la "Rue de la Victoire":




A continuación podemos comprobar como lo que estaba en el número 18 de la Plaza Cataluña era uno de los comercios musicales con más solera y cuyo director era un entrañable hombre calvo llamado Agustí Borguño Pla.



La situación comercial de este local no podía ser más céntrica y hasta 1931, Casa Maristany ocupo los bajos del número 18 de la famosa plaza catalana. Desconocemos los detalles económicos que el propietario de la casa, Rómulo Maritany, negoció antes de abandonar la céntrica plaza barcelonesa. Pero en nuestra familia siempre se ha dicho que el ostentoso domicilio de la familia llamado "Palacio Maristany" fue uno de los beneficiados tras el traslado. Como director del local, mi propio abuelo fue el encargado de anunciar el traslado al número 8 de la Ronda de San Pedro en el mes de agosto de 1931:


A juzgar por la correspondencia recuperada, podemos afirmar que los hermanos Alier y los Borguñó eran mucho más que simples conocidos dentro del mundo musical español de principios de siglo XX. Nos complace compartir alguna de las postales que los hermanos Alier enviaron a Agustí Borguñó Pla. Esta primera postal la enviaron los Alier a mi abuelo desde el mismo Madrid en 1919, pronto será una postal centenaria. A la izquierda escribió Agustín y a la derecha Ildefonso y Carolina:


En la siguiente escrita el año 1922 desde Milán por Ildefonso Alier, podemos comprobar la dirección de Barcelona a donde la familia Alier enviaba las postales a Agustí Borguñó Pla, al 18 de Plaza Cataluña. La imagen de la postal seleccionada por el señor Alier, fue un lugar al que todo aficionado a la musica quiere visitar, la Scala de Milán.



Tal y como dice el texto de la siguiente postal, la falta de tiempo provoca que una postal de Berlin sea enviada a Barcelona desde París por un Ildefonso Alier que en el año 1922 andaba algo ajetreado.


En 1924 desde Paris, Ildefonso Alier informa que ha recibido la visita del hermano mayor de mi abuelo, el maestro Manuel Borguño Pla y que intentara ayudar en todo lo que el maestro Manuel Borguñó le pidió en dicha visita:


Agustí Borguñó Pla como representante de dos músicos residentes fuera de la península tuvo constantes problemas, en especial con el maestro Agusti Borguñó Garriga con su larga residencia en USA. En la siguiente postal se trata justamente de estos temas:


Para finalizar esta serie de postales nos complace compartir una que no tiene fecha pero que demuestra la amistad entre las dos familias no era superficial. Siempre preocupados de que todo dios estuviese acompañado. Esta última postal que hoy compartimos fue escrita por el propio Ildefonso Alier, mientra que la posdata fue escrita y firmada por José Alier.


En esta ocasión no se trata de una compañía como la que muchos podían pensar, pero por aquel entonces el correo postal no permitía muchas florituras en este tipo de compañias enviadas por correo.
He aquí la compañía en cuestión enviada por Ildefonso y José Alier a Agustí Borguñó Pla:

Familia Borguñó 2017