domingo, 26 de junio de 2016

Joan Borgunya, un artista que vino del Norte.

Joan Borgunya - Crucifixció
Entre el siglo XV y el XVI, hubo un espléndido artista alsaciano que recorrió Cataluña conocido con el nombre de Joan Borgunya, también llamado Joan Burgunya. Se le atribuyen obras como el cuadro de la Crucifixión, las pinturas de las sillas del coro de la Catedral de Barcelona y el retablo de la iglesia de Sant Feliu en Gerona.

Se cree que nació en Estrausburgo siendo hijo de un orfebre llamado Joan de Puncts y que muy posiblemente antes de llegar a Cataluña, estuvo por Nápoles. También se le atribuye un cuadro propiedad del Museo de Bellas Artes de Budapest, firmado como "Opus Iohannes Burgundi".

Es en 1518 que se traslada a Gerona y realiza el magnífico retablo de la Iglesia de Sant Feliu y para la catedral el retablo de Santa Ursula, desgraciadamente destruido en 1936.

En 1519, el rey Carlos I, decide que la celebración del XIX capítulo de la orden del Toisón de Oro sea en Barcelona y manda habilitar el coro de su catedral para la fecha del 5 de marzo de aquel mismo año. Juan de Borgoña fue el encargado de pintar la correspondiente heráldica en los 64 plafones de los sitiales de las 64 sillas que rodean al coro. Borgoña repartió los 64 escudos heráldicos del siguiente modo:
  • 1 silla con escudo de Carlos I
  • 1 silla con escudo de Maximiliano
  • 6 sillas con frases laudatorias
  • 4 sillas con divisas borgoñas
  • 2 sillas con las fechas de la celebración
  • 50 sillas con los respectivos escudos de los 50 condes y caballeros

Las sillas del Coro de la Catedral de Barcelona es uno de los lugares más visitado y fotografiado por los turistas ya que se encuentra descrito en casi todas las guías como parada obligatoria.

Esta es una muestra fotográfica de la obra de este artista que vino del Norte, para quedarse en Cataluña y crear arte,... y del bueno!!!!

"Virgen y Niño" de Joan Borgunya
Detalle del retablo de Sant Feliu de Joan Borgunya
Otro detalle del retablo de Sant Feliu
El detalle del momento de la crucificción de Sant Feliu
La escena del preso en Sant Feliu
Otro momento de la vida del Santo
Santa Ursula de Joan Borgunya
Joan Borgunya pintó las sillas del coro de la catedral de Barcelona
Detalle pinturas de Joan Borgunya en la Catedral de Barcelona
Las sillas del coro de la Catedral de Barcelona
Detalle del escudo de Borgonya pintado en una de la sillas
En el siglo 15, algunos habitantes de la región de Borgoña decidieron mudarse a tierras más calidas y menos lluviosas. La costa catalana fue el destino de muchos de ellos y tanto les gustó, que se quedaron y procrearon. 

Familia Borguñó 2016

martes, 21 de junio de 2016

"Gozos" a Nuestra Señora de Montserrat de Antonio Oller, según lo cantaba la Escolanía en 1856



En anteriores artículos ya hemos ido contando la estrecha relación que desde hace siglos la familia Borguñó ha tenido con las montañas de Montserrat. Muchos miembros de la familia han pertenecido a la Escolanía o han estado directamente implicados en las actividades del monasterio benedictino.


Nos complace compartir una anciana partitura que interpretaba el coro de la Escolanía de Montserrat, correspondiente a un Gozo compuesto por Antonio Oller, uno de los musicos catalanes mas polifacéticos del siglo XIX.

Antonio Oller Biosca nació en Tarrasa el 1805 y curso todos sus estudios en Montserrat siendo en la Escolania, discípulo de Jacint Boada. En 1823 ya era organista y maestro de capilla de Igualada y en 1827 paso a desempeñar las funciones de primer fagot en el Teatro Principal de Barcelona.  Tras unos años en Toledo y Madrid, en 1836 es nombrado organista de la catedral de Barcelona. De 1854 a 1857 se convirtió en el primer maestro de la Escolania de Montserrat que no era monje. En 1860 fundó la Escolania de Sabadell, ciudad a la que siguió profundamente implicado hasta su muerte que tuvo lugar en 1877 en la misma capital vallesana.

El Gozo en castellano a la Moreneta de Antonio Oller que hoy compartimos fue  incluido en el libro "Los Cancioneros de Montserrat" impreso en 1856 por José Gorgas en los talleres de su imprenta situada en la Plaza de la Lana de Barcelona.

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10 y final
El maestro Manel Borguño Pla en su paso por la Escolanía de Montserrat, no coincidió con el gran Maestro de Capilla Oller. La fotografia que a continuación compartimos nos muestra un joven Manel Borguñó en la Escolanía de Montserrat, vestido de "escolanet" a la edat de nueve años.




En la familia Borguñó nos consta que con anterioridad a Manel Borguñó, hubieron más miembros de la familia que residieron en el monsterio de Montserrat. Incluso sospechamos que algún Borguñó fue monje siglos atrás. Ir a Montserrat e investigar en los archivos esta cuestion, es uno de los deberes que tenemos pendientes.

Familia Borguño 2016

lunes, 13 de junio de 2016

El secreto de estar siempre inspirado



Para poder tener una vida musical tan prolífera, como la de los dos maestros Borguñó, se tiene que tener una característica personal muy poco frecuente: hay que estar inspirado constantemente. Sin estar inspirado, no se puede crear arte. Por tal motivo, todos los artistas esperan a que la inspiración aparezca en algún momento del día. Pero hay unos pocos que no necesitan esperar a que la inspiración les llegue, sencillamente porque tienen la capacidad de estar siempre inspirados, no paran de crear y ejecutar, de forma que el volumen de sus obras es enorme.

Sin lugar a dudas Manuel Borguñó Pla y Agustí Borguñó Garriga forman parte de este reducido número de músicos poseedores de esta alma musical con "inspiración eterna". Los periodistas y criticos especializados en música, han sido siempre muy conscientes de la gran diferencia existente entre un músico que interpreta sin estar inspirado y un músico que interpreta con toda su alma y corazón.

En el blog dedicado al Orfeón de Graus de nuestros amigos aragoneses, encontramos dos excelentes ejemplos en dos de las cronicas periodisticas redactadas en motivo de las actuaciones del Orfeón de Graus, bajo la batuta del maestro Manuel Borguñó.

En el artículo del Orfeón de Graus del pasado 11 de mayo, encontramos este ejemplo:
"A las nueve y media, y precedida de la augusta enseña del Sindicato que tremola la entusiasta mano de nuestro abanderado D. Joaquín Gacén, y a los acordes de un bonito pasodoble que ejecutó la banda de música de esta villa, se dirige una comisión de asociados con su Junta directiva desde el domicilio social a la Basílica de la Virgen de la Peña, en la que se celebra solemne misa de terno, cantada con irreprochable gusto por las distinguidas del Orfeón, bajo la dirección de su inspirado maestro don Manuel Borguñó."
En este otro artículo del Orfeón de Graus, publicado el 1 de junio, el periodista hasta llega a utilizar el término en grado superlativo:
"En la noche del 1º del actual, festividad de la Ascensión, se congregó en el Ideal Cinema numeroso y distinguido público ávido de escuchar las inspiradas composiciones que tan ajustadamente interpreta la notable masa coral. Tanto las obras de conjunto como las ejecutadas por el brillante coro de señoritas, fueron aplaudidas con entusiasmo, mereciendo justos y sinceros elogios los acentuados progresos de nuestro laureado Orfeón, bajo la celosa dirección de su inspiradísimo director don Manuel Borguñó."
Para poder estar siempre inspirado es preciso disfrutar de cierto atributo: llevar la música en la sangre. Es la única forma de no estar esperando la llegada de la inspiración. No necesitas esperar a que llegue, porque la llevas dentro siempre, la música corre a raudales por tus venas, de día y de noche, sea invierno, o sea verano.
 
Los seres que viven en constante inspiración pueden concebir trabajos que para el resto de los mortales nos son completamente imposibles de realizar, ni si quiera de imaginar.
 


 
Los dos maestros Borguñó, de principio a fin de sus vidas, no pararon de escribir y componer de forma espléndida y notoria. Alguna caracteristica musical debe tener el ADN de nuestra familia, repleta de intérpretes y compositores musicales. En próximos artículos intentaremos ir presentando al resto de musicos de la familia Borguñó con obras más modestas, pero plagadas de inspiración.

PAZ
Familia Borguñó 2016
 
 

viernes, 10 de junio de 2016

Error de imprenta en la portada del diario "El Día Gráfico" del año 1924 en el entierro de Angel Guimerá



En una de las portadas de uno de los diarios de la época conservados por mi abuelo Agustí Borguñó, observamos inmediatamente un grave error de imprenta que nos sorprendió al tratarse de "El Día Gráfico", uno de los diarios con mas buena solera gráfica catalana. El ejemplar corresponde al domingo 20 de julio de 1924, un fin de semana de triste recuerdo para todos los catalanes y amantes de la literatura, pués falleció el gran Angel Guimerá.

En anteriores artículos ya hemos comentado la enorme admiración y relación que la familia Borguñó de aquella época tuvo con Angel Guimerá. Una gran cantidad de libros, revistas y fotografías encontradas dentro de las carpetas de María Rosa Borguñó, corraboran la admiración que los dos maestros Borguñó tuvieron por Guimerá. El propio Angel Guimerá fue el que encabezo la larga lista de firmas que felicitaron al maestro Manuel Borguñó por el éxito obtenido en el Palau en 1916 al frente del Orfeón de Graus.

Pero como decíamos al empezar, un grave error de imprenta en este número del 20 de julio, sorprende desde el primer momento, al estar en la portada del diario barcelonés. Todo el texto de pie de foto de la imagen del entierro del escritor por las calles de Barcelona, está invertido. Toda una metedura de pata para un diario eminentemente gráfico.

Un pie de foto de difícil lectura.

Poder leer este pie de foto escrito al revés, no es sencillo. La mejor solución es utilizar un espejo y leer lo reflejado en el propio espejo, solo entonces entendemos la dos frases escritas. La primera frase comenta la foto superior y la segunda frase, la foto inferior. Para finalizar se anuncia el nombre del fotógrafo que disparó las dos instantáneas:
"La muerte de Angel Guimerá.- El cadáver del poeta en la cámara mortuoria.- El entierro a su paso por el llano de la Boquería.  (Fots. Badosa)"
Los talleres y la redacción de "El Día Gráfico" estaban muy cerca de la tienda musical que dirigía mi abuelo Agustí Borguñó Pla. Desconocemos si tenía amistad con algún trabajador del diario que le proporcionó "esta broma", o por el contrario se trata de un autentico error de imprenta que inundó los kioscos de Barcelona. Con la noticia de la muerte del maestro, se debieron vender muchos miles. Pero desconocemos cuantos pudieron salir a los kioscos con este grave error. Esperamos que algún experto en periodismo pueda facilitarnos más datos al respecto.




El diario matutino Barcelonés en castellano "El Día Gráfico" salió por primera vez en 1913 y estuvo en los kioscos hasta 1939. El periodico tenía un especial interés en las fotos, de ahí su nombre y dió trabajo a muchos escritores y fotógrafos,  promoviendo una nueva vocación: el fotoperiodista.

En julio de 1924, cada ejemplar de "El Día Gráfico" costaba 10 céntimos y la redacción se situaba en el número 9 de la Plaza Cataluña (Agustí Borguñó trabajaba en el 18). El creador de este diario fue el republicano radical e industrial Josep Pich que tomo inspiración del Daily Mirror londinense. El diario siempre destaco por tener grandes fotografías en la portada y las dos páginas centrales de todas las ediciones.

Estas son algunas de las fotografías de las páginas centrales con las que "El Día Gráfico" salió a los kioscos aquel domingo del verano de 1924:





Desconocemos si este tipo de errores eran en la época habituales. Poner unas frases al revés puede pasarle a cualquiera, pero en la portada del día del entierro de Angel Guimerá, ya es demasiado. No es de extrañar que este ejemplar de 1924, acabara formando parte de los viejos papeles familiares reunidos en las carpetas de la tieta María Rosa Borguñó.

PAZ
Familia Borguñó 2016

domingo, 5 de junio de 2016

Las leyendas de los Borguñó: Guido de Borgoña y la Princesa Floripes


No todas las familias tienen una leyenda en su patrimonio. En la familia Borguñó siempre hemos estado orgullosos de la leyenda que acompaña a uno de nuestros primeros antepasados por que está directamente relacionada con el gran Emperador Carlomagno. Nos referimos a Guido de Borgoña y sus aventuras guerreras y amorosas cuando formó parte de los 12 Pares de Francia que el Emperador envió a España para combatir a los musulmanes invasores.

Las aventuras de Guido de Borgoña están relatadas en uno de los libros más editados en Europa, gracias a la invención de la imprenta. Actualmente en la familia Borguñó de Barcelona conservamos una de estos ejemplares, que ya compartimos en un anterior artículo. Su largo y explícito título ya indicaba al lector de que tipo de obra se trataba:
"Historia del Emperador Carlomagno, en la que se trata de las grandes proezas y hazañas de los Doce Pares de Francia y de como fueron vendidos por el traidor Ganalón y de la cruda batalla, que hubo con Fierabrás, Rey de Alexandría, hijo del Almirante Balán".


La edición de la obra, que la familia Borguñó conserva, esta impresa en Barcelona por el conocido impresor local Antonio Arroque. La versión original de esta obra se escribió en lengua francesa y la traducción en Romance Castellano para esta impresión fue efectuada por Nicolás de Piamonte.

En esta edición después del Prólogo, se incluye una aclaración histórica extraída de las Historias Troyanas que esta firmada por Don Franciscus de Pons el 22 de noviembre de 1666. En esta nota histórica se detallan el nombre de los siete primeros reyes que fueron reinando en Francia, tras la muerte del Rey Francus.

El final de la nota histórica redactada por Don Franciscus de Pons
el 22 de noviembre de 1666

La obra se compone de un total de 79 capítulos y el título del primer capítulo ya incluye la mención de nuestro apellido: "Como el Rey Clovis, siendo pagano, hubo por mujer a Clotildis, hija del Rey de Borgoña".

En este primer título, se aprecia como debajo del Rey de Borgoña, está escrito en catalán con pluma y tinta ocre: "En nom de Deu" (En nombre de Dios).

Detalle del lugar donde uno de nuestros antepasados escribió:
"En nom de Deu"
En este libro de caballerías y aventuras reales encontramos, con el nombre de Borgoña tres capítulos más. Son dos capítulos consecutivos (capítulos 39 y 40) dedicados a las aventuras de Guido de Borgoña y uno posterior (capítulo 57) en donde Guido se casa con la princesa Floripes.

Los capítulos 39 y 40 tratan de como Guido es preso por los enemigos y de
como los Cavalleros Cristianos lo liberaron

Capítulo 57 donde Guido se casa con la Princesa Floripes.
Según la historia que cuenta este libro de la vida de Carlomagno, las hazañas de Guido de Borgoña en territorio español se realizaron en la parte Norte de la península Ibérica. Sin embargo, la famosa leyenda del romance entre Guido de Borgoña y la Princesa Floripes transcurre en un decorado mas sureño situado en Extremadura. Un decorado que en la actualidad está totalmente inundado por un enorme pantano, el pantano de Alcántara.


La Torre de Floripes inundada por el Pantano de Alcántara

Nos complace compartir la magnífica explicación sobre esta leyenda y esta torre escrita por nuestros amigos del galeón.



LA TORRE DE FLORIPES
Después del desastre de Guadalete (batalla que dio comienzo a la invasión de los árabes en España), gran parte de los derrotados intentaron concentrarse en Mérida, céntrica y amurallada ciudad hispano-goda. Muza (gobernador árabe que planeó la conquista de España), consciente de su importancia, él mismo la tomó por la fuerza el 30 de junio del año 713.
Desde allí, llamando a su lugarteniente Tarik, que se le incorporó en Almaraz, avanzó con su ejército y cruzó el Tajo por Alconétar. Pronto se dio cuenta el caudillo bereber de la importancia de este lugar.
Alconétar era un puente romano de 250 metros de longitud. Tenía 13 arcos desiguales, sostenidos por pilastras de casi 7 metros de largo por más de 4 de espesor.Constituía el paso obligado de la famosa Vía de la Plata, de 200 kilómetros, que recorría todo el oeste de España. Su grandeza definitiva se debió a Trajano, Emperador romano, español de nacimiento. En su trayecto desde Mérida hasta Astorga, en suelo extremeño, se asentaban ciudades tan importantes como Ad Sorores, Castra Coecilia, Turmulus, Rusticana, Capara y Cecilius Vicus.
Turmulus estaba en las inmediaciones de Alconétar, inmediatamente después de la unión del Almonte con el Tajo.
Cuando los berberiscos se instalaron en Alconétar, reconstruyeron el fuerte, dotándolo de gruesos muros, torres esbeltas y amplios recintos. Circundada, además, por los dos ríos la convirtieron en una fortaleza inexpugnable. Reconquistada en el siglo XII, fue entregada a los Caballeros del Templo, quienes mejoraron su fábrica. Se concedió un tratamiento especial a su torre principal, la llamada en la actualidad “Torre de Floripes”. Se aprovecharon para ello los sillares romanos, y tenía una entrada principal a 5 metros del suelo, siendo necesaria la escalera de mano para penetrar en su interior. Esta hermosa torre es lo que aún queda de aquella pasada grandeza. Al construirse el pantano de Alcántara, los restos del puente romano se han trasladado más arriba. Pero la torre no ha sido removida de su primitivo emplazamiento.
Parece como si la torre tuviera sentimientos y se resistiera a morir, y cuando se yergue sobre el remanso tranquilo, está recordando hoy más que nunca su pasada leyenda. Carlomagno, el Emperador cristiano de Occidente entre los años 742 y 844, coincide y choca en sus ansias de grandeza con la de los musulmanes de España.Para frenar el poderío islámico, realiza frecuentes correrías por la España musulmana. Sus mejores caballeros, los famosos Pares de Francia, dejaron constancia de su entereza, y vendieron caras sus derrotas.Estos caballeros franceses llegaron incluso a tierras de Extremadura, y en Alconétar se encontraron con otros guerreros, valientes y celosos defensores del Islam. Era señor del castillo el famoso Fierabrás, Rey de Alejandría, que disputaba a Carlomagno el imperio del mundo.
Había conquistado aquella fortaleza uno de sus valientes capitanes, llamado Mantible y, en su honor, el puente romano se llamó desde entonces “Puente de Mantible”. Fierabrás llevaba siempre en su compañía a su hermana Floripes, bellísima princesa y, al mismo tiempo, uno de los capitanes más valerosos de su guardia personal. Era esto un motivo para que Fierabrás la retuviera siempre en su compañía, porque estaba perdidamente enamorado de ella, a pesar de ser su hermana. Era un hecho aceptado sin escándalo entre los seguidores de Mahoma.Mas la gentil agarena (morisca) despreciaba con arrogancia las insinuaciones amorosas de su hermano. Ella, a su vez, estaba locamente enamorada de uno de los esforzados y esclarecidos paladines de la corte francesa, Guido de Borgoña. Lo había conocido en mil batallas y entregado su corazón por entero.
Fierabrás lo ignoraba, pero quiso la suerte que Guido fuera herido y cayera prisionero junto con otros caballeros franceses. El Muslím los retuvo junto a sí y los guardaba en su compañía. Esta circunstancia fue aprovechada por Floripes para demostrar su amor al caballero cristiano. Pero el celoso hermano descubre aquellas relaciones amorosas e irritado y colérico mandó que todos los caballeros franceses fueran encerrados en los más oscuros calabozos del castillo del Puente de Mantible.
La custodia se encomendó al fiero Alcaide de la fortaleza, el hercúleo Brutamonte, con órdenes expresas de que permanecieran allí hasta su muerte.
Enterada Floripes del paradero de su amado, acompañada de tres de sus camaristas y sobre los más briosos corceles del ejército, huye hacia el Tajo, en busca de Guido.Llegan cerca de la torre en una noche oscura y cerrada, iluminadas a duras penas por las teas que ellas mismas se habían fabricado.
Al pie de la fortaleza, la capitana aguerrida grita imperiosa: -“¡Ah de la torre!” Brutamonte les responde: -“¡Quién va!” Ella vuelve a gritar: -“¡Tan cambiada estoy, que no me conoces! ¡Soy mujer y soy conocida!” La voz le resulta familiar, pero quiere ratificar lo que ha escuchado. Baja a la poterna y reconoce con sorpresa, pero con claridad, que se trata de la hermana de su Señor. Confiado, abre la puerta en el instante mismo en que la princesa, como un felino, salta sobre el alcaide y le hunde su daga en lo más profundo del corazón. Se arroja intrépida sobre el cadáver, le quita las llaves de las mazmorras, abre las puertas y saca de lo profundo a Guido y a los caballeros franceses, y con celeridad intentan todos tomar las armas y caballos para huir a Francia. Temían alguna reacción de Fierabrás.
No se equivocaron. El agareno había notado la ausencia de su hermana. Entonces él mismo con sus mejores caballeros se dirige al castillo, sospechoso de lo que estaba sucediendo.
Al llegar, comprende lo que pasa, pues en el cadáver tirado a la puerta ha reconocido la daga personal de su hermana. Pero la fortaleza está cerrada con los caballeros franceses en su interior, será difícil asaltarla. Por ello ordena la venida de su ejército y rodea el lugar convencido de que el hambre es la única forma de rendirlos. Este brutal propósito llevado a la práctica supone para los sitiados el agotamiento de sus provisiones. Lentamente, pero con seguridad, están avocados a un final estremecedor. Antes, pues, de capitular toman una determinación heroica: avisar al Emperador Carlomagno y pedir auxilio. Sortean entre todos para ver a quién corresponde llevar la noticia y, fatalmente, recae sobre Guido. ¡Suerte infeliz y extraña!
La empresa era harto difícil, porque había que salvar los campamentos del enemigo. Sin embargo, los sufrimientos y lágrimas de los que quedaban con la valentía y arrojo del que marchaba, hicieron posible la empresa y propiciaron un final dichoso.
Carlomagno manda sus soldados. Vence a Fierabrás. Malherido, lo hace prisionero. Libera a los heroicos defensores. Y entrega la mano de Guido de Borgoña a su amada Floripes, volviendo vengador victorioso a su imperio de la Galia. Pero al retirarse, como buen francés, quiso dejar un cruel recuerdo de su presencia en aquellas tierras: destruyó el puente para estorbar la vuelta de los africanos. Sin embargo, la historia no termina así. Fierabrás murió desesperado, llorando la pérdida de su señorío. Alá lo ha condenado a vagar errante por las inmediaciones de la Torre de Mantible. Aún hoy sus gritos y lamentos se oyen en las cercanías. Y cuando el agua del pantano se atreve a anegar la torre, a su alrededor se forma un halo misterioso, una especie de remolino, por donde respiran los espíritus condenados de Fierabrás y Brutamonte.
Esta es la historia mágica de una leyenda, que ha merecido los más altos honores dentro y fuera de España.
Hasta aqui este magnífico relato de La Torre de Floripes extraído del magnífico blog del Galeón.

La leyenda de los remolinos de agua alrededor de la torre, ha sido corroborada en la actualidad por muchos habitantes de los alrededores del pantano. Son muchos testigos que cuentan haber visto remolinos de agua junto a la torre inundada por el Pantano de Alcántara. Como podéis ver en la foto de la izquierda, los remolinos junto a la torre han podido ser fotografiados. Pero en esta ocasión parece ser que los remolinos detectados tienen una explicación lógica.

Buceadores aficionados que frecuentan la zona afirman ver visto un enorme ejemplar de pez gato que sobrepasa los 120cm de longitud. Se trata de una especie no autóctona y muy invasiva de la familia de los siluros llamada Channel Catfish. Es un terrible depredador que está acabando con las demás especies. Es aquello de que el pez grande se come siempre al chico, salvo que en esta ocasión el pez grande es un extranjero que se ha colado en el pantano de Alcántara sin tener sus "papeles en regla".

En este curioso vídeo podemos observar como es esta torre cuando el nivel del pantano decrece por completo.

Pero como decíamos al empezar este artículo, todo es una pura leyenda de caballeros, princesas y castillos. Según el Cantar de Roldán, los doce Pares de Francia murieron en Roncesvalles, pero esto ya es "otro cantar".

PAZ
Familia Borguñó
Batalla de Roncesvalles

miércoles, 1 de junio de 2016

Pequeño resumen fotográfico del material expuesto en la exposición dedicada al Orfeón de Graus.


En motivo de la celebración del centenario del concierto que el Orfeón de Graus realizó en Barcelona, Espacio Pirineos organizó esta primavera pasada una magnífica exposición en su mágica sede situada en el mismo centro de Graus.

El visitante a la exposición al entrar se encontraba de frente con uno de los objetos más preciados: la bandera-estandarte del Orfeón de Graus.


En la siguiente fotografía del Orfeón de Graus al completo, los visitantes de la exposición podían intentar reconocer alguno de sus familiares, con el fin de poder completar la lista que el día de la ignaguración estaba con muchos espacios vacíos. El éxito de la idea fue rotundo y más de media docena de nombres y apellidos pudieron ser adjuntados a la lista inicial.


La exposición estaba dividida en varias salas dedicadas a cada uno de los diferentes años en que el Orfeón de Graus estuvo en marcha. En la primera sala correspondiente al año de la fundación del coro, se exhibían las dos fotos del maestro encontradas dentro de las carpetas de María Rosa Borguñó.


En esta primera sala los visitantes podían leer la historia de la fundación de la entidad, escrita en forma de artículo periodístico. Nos referimos a las dos partes de "Queremos un coro" publicadas en el diario La Tarde.


No podía faltar el comunicado en donde se anunciaba el debut del Orfeón de Graus.


Una de las salas estaba exclusivamente dedicada a todo el material didáctico y musical relacionado con aquellos maravillosos 4 años de la segunda década del siglo 20 que todo el pueblo de Graus pudo disfrutar. Desgraciadamente la epidemia de la gripe truncó la vida de aquel maravilloso coro.



No podían faltar las numerosas fotos que se conservan de aquellos 200 aragoneses que asombraron a todo un repleto Palau de la Música Catalana.






La labor de recopilación y selección del material expuesto ha sido excelente por parte de los organizadores del evento capitaneados por Jorge Mur, el director de Espacio Pirineos. La foto con la que acabamos este artículo es una buena muestra de ello. Se trata del álbum personal del maestro Manuel Borguñó en donde el mismo fue recortando todas las notas de prensa relacionadas con el Orfeón de Graus. Jorge Mur localizó este entrañable álbum en el archivo histórico de la Generalitat. Todo un lujo de recuerdos recopilados de aquellos años que demuestran la gran repercusión mediática que obtuvieron aquellas 200 voces del Pirineo Aragonés.


Sin lugar a dudas, una excelente exposición. Ahora solo resta que los políticos se pongan de acuerdo para poder editar uno de los libros en donde Espacio Pirineos deja testigo de su insuperable tarea a la hora de organizar exposiciones

PAZ
Familia Borguñó 2016