Para poder tener una vida musical tan prolífera, como la de los dos maestros Borguñó, se tiene que tener una característica personal muy poco frecuente: hay que estar inspirado constantemente. Sin estar inspirado, no se puede crear arte. Por tal motivo, todos los artistas esperan a que la inspiración aparezca en algún momento del día. Pero hay unos pocos que no necesitan esperar a que la inspiración les llegue, sencillamente porque tienen la capacidad de estar siempre inspirados, no paran de crear y ejecutar, de forma que el volumen de sus obras es enorme.
Sin lugar a dudas Manuel Borguñó Pla y Agustí Borguñó Garriga forman parte de este reducido número de músicos poseedores de esta alma musical con "inspiración eterna". Los periodistas y criticos especializados en música, han sido siempre muy conscientes de la gran diferencia existente entre un músico que interpreta sin estar inspirado y un músico que interpreta con toda su alma y corazón.
En el blog dedicado al Orfeón de Graus de nuestros amigos aragoneses, encontramos dos excelentes ejemplos en dos de las cronicas periodisticas redactadas en motivo de las actuaciones del Orfeón de Graus, bajo la batuta del maestro Manuel Borguñó.
En el artículo del Orfeón de Graus del pasado 11 de mayo, encontramos este ejemplo:
"A las nueve y media, y precedida de la augusta enseña del Sindicato que tremola la entusiasta mano de nuestro abanderado D. Joaquín Gacén, y a los acordes de un bonito pasodoble que ejecutó la banda de música de esta villa, se dirige una comisión de asociados con su Junta directiva desde el domicilio social a la Basílica de la Virgen de la Peña, en la que se celebra solemne misa de terno, cantada con irreprochable gusto por las distinguidas del Orfeón, bajo la dirección de su inspirado maestro don Manuel Borguñó."
En este otro artículo del Orfeón de Graus, publicado el 1 de junio, el periodista hasta llega a utilizar el término en grado superlativo:
"En la noche del 1º del actual, festividad de la Ascensión, se congregó en el Ideal Cinema numeroso y distinguido público ávido de escuchar las inspiradas composiciones que tan ajustadamente interpreta la notable masa coral. Tanto las obras de conjunto como las ejecutadas por el brillante coro de señoritas, fueron aplaudidas con entusiasmo, mereciendo justos y sinceros elogios los acentuados progresos de nuestro laureado Orfeón, bajo la celosa dirección de su inspiradísimo director don Manuel Borguñó."
Para poder estar siempre inspirado es preciso disfrutar de cierto atributo: llevar la música en la sangre. Es la única forma de no estar esperando la llegada de la inspiración. No necesitas esperar a que llegue, porque la llevas dentro siempre, la música corre a raudales por tus venas, de día y de noche, sea invierno, o sea verano.
Los seres que viven en constante inspiración pueden concebir trabajos que para el resto de los mortales nos son completamente imposibles de realizar, ni si quiera de imaginar.
Los dos maestros Borguñó, de principio a fin de sus vidas, no pararon de escribir y componer de forma espléndida y notoria. Alguna caracteristica musical debe tener el ADN de nuestra familia, repleta de intérpretes y compositores musicales. En próximos artículos intentaremos ir presentando al resto de musicos de la familia Borguñó con obras más modestas, pero plagadas de inspiración.
PAZ
Familia Borguñó 2016
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