domingo, 30 de abril de 2017

La colección de billetes del Gran Metropolitano de Barcelona que pronto serán centenarios




El hermano mayor de mi abuela, "Tío Pepitu", fue un gran amante de la Numerología y del coleccionismo de billetes de transporte público. Dentro de la enorme cantidad de billetes de transporte metropolitano que coleccionó y clasificó, los billetes pertenecientes a la compañía "Gran Metro" nos muestran como fueron aquellos primeros años en que los ciudadanos de la Ciudad Condal empezaron a viajar "bajo tierra".

La primera línea subterránea de transporte metropolitano catalán fue construida por la compañía "Gran Metropolitano de Barcelona S.A." (G.M.B.) y se inauguró el 30 de diciembre de 1924 con el nombre de "Gran Metro" con 4 estaciones: Lesseps, Diagonal, Aragón y Cataluña. En 1925 se añadieron dos estaciones más: Fontana y Liceo. En el 1926 se inauguraron las estaciones que descendían hacia el mar utilizando el subsuelo de la entonces llamada Via Layetana: Urquinaona y Jaime I. En el año 1926 también se inauguraron las primeras estaciones de una segunda línea de metro que sería conocida con el nombre de "La Transversal".

La colección de billetes de transporte del Gran Metropolitano de Barcelona de nuestro tío-abuelo nos muestra como eran estos primeros billetes y los precios que se tenía que pagar para poder viajar por Barcelona mediante un túnel y unas vías. Un viaje que por aquellos entonces tan solo costaba 25 céntimos.

A URQUINAONA POR SOLO 25 CENTIMOS


En esta colección de billetes del primer metro barcelonés, podemos comprobar una de las máximas del mundo dirigido por el "Sr. Dinero": los precios nunca bajan, sino que van subiendo conforme pasa el tiempo. Una muestra la encontramos en la siguiente imagen donde los dos billetes superiores ya muestran un incremento de 5 céntimos mediante una sobre-impresión en tinta azul.

GRAN METROPOLITANO DE BARCELONA
Estas sobre impresiones en tinta azul fueron muy utilizadas con el fin de aprovechar los tacos de billetes que en su día se imprimieron con el precio antiguo.

DE 25 A 30 CENTIMOS, LA VIDA NUNCA BAJA

Posteriormente la compañía cambió el diseño de los billetes donde el logo GMB se colocó a la izquierda y el precio del viaje ocupó la parte central del billete utilizando tinta de color rojo, tal y como podemos observar con los siguientes dos "capicúas" y un "llástima":



El nuevo diseño también aumento el tamaño de la letra mayúscula y el número que identificaba el taco de billetes desde donde habia sido suministrado por el empleado al pasajero. En los antiguos diseños esta identificación se hacia con caracteres muy pequeños y apenas visibles a simple vista.








Con el nuevo diseño se continuó usando la sobre-impresión con tinta azul para ir "vistiendo" los billetes del metro barcelonés con los aumentos de precio que los usuarios sufrieron con el paso de los años. Los tacos de billetes que la compañía tenía ya imprimidos, nunca caducaron y siempre se aprovecharon gracias al maquillaje con el color azul.

En el siguiente ejemplo podemos comprobar como fue ascendiendo el precio en el caso de los billetes para ir al Liceo desde la estacióm de Urquinaona. De 30 céntimos a 35, hasta llegar a los 40 centimos. De cinco en cinco el coste del transporte subterraneo fue aumentando, de forma lenta,... pero sin pausa.


Los años fueron pasando y los precios ascendiendo, mientras que el logo de la compañía se fue adaptando a tiempos más modernos. A cada una de las estaciones les fue adjudicado un número del uno al diez conforme la línea partiendo del número 1 (Lesseps) descendía hacia el mar hasta llegar al número 10 (Correos). Respecto a los precios, de los 25 céntimos iniciales se llegó a los 80 centimos, tal y como muestran las siguientes imágenes.

3 DIAGONAL                          1 LESSEPS





FORMATO DE IDA Y VUELTA A URQUINAONA 40 CENTIMOS

FORMATO DE IDA Y VUELTA A URQUINAONA 50 CENTIMOS








En esta colección de billetes de nuestro tío-abuelo también podemos comprobar como la compañía "Gran Metro" imprimió el llamado "Carnet" con una característica muy especial. Según se puede leer en el propio billete, este carnet tenía que ser cortado por una señorita taladradora.

Podríamos pensar que se trataba de una revolucionaria idea con la que la dirección de la compañía pretendía captar viajeros de genero masculino. Podríamos pensar que las taladradoras vestían minifalda y medias con ligueros. Por pensar que no quede.


Para finalizar este artículo no podemos olvidar otro de los clásicos sistemas de poder comprar varios viajes en un mismo boleto, como este abono de 5 billetes. En esta ocasión la hermosa señorita taladradora fue sustituida por cualquier empleado de la compañia.:


La afición a la numerología de mi tío-abuelo provocó que nadie de nuestra familia tirara los billetes. Todos los guardaban para la colección del "Tío Pepitu". Con que la afición le duro toda la vida, el número de billetes que han llegado a nuestros días supera con creces el millón. No todos han llegado en perfecto estado pero, teniendo en cuenta que van a ser centenarios,... no nos podemos quejar!!!!

Familia Borguñó 2017

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