sábado, 15 de agosto de 2015

Estreno en el Palau de la sardana de Borgunyó "Ales desplegades"

El maestro Agustí Borguñó Garriga desde Nueva York y su primo-hermano Agustí Borguñó Pla en Barcelona, supieron trabajar "a distancia" para que las sardanas escritas en USA pudieran ser interpretadas, cuanto antes, en todas las plazas catalanas. La sardana "Ales desplegades" es un buen ejemplo de la rapidez con que los dos Borguñó trabajaban.

Agustí Borgunyó Garriga, un catalán en Nueva York

Nos complace compartir el programa de fiestas en el cual se incluyó la interpretación de la sardana "Ales desplegades" escrita por el maestro Agustí Borguñó. Se trata de las fiestas que la Cofradía de San Marcos Evangelista de Maestros Zapateros organizó en 1948 en honor a su Santo Patrón.



 Las fiestas en honor a San Marcos Evangelista del año 48 incluían un selecto espectáculo nocturno que se celebró en el Palau de la Música el día 23 de abril a las 10 de la noche. En dicho espectáculo participaron significativos personajes del mundo del arte y la cultura. El humorista Muntañola, el gran imitador Casademunt y el primer actor Alejandro Ulloa, fueron los encargados de hacer sonreir y emocionar a todos los asistentes. En el apartado musical el piano del maestro Rafael Galvez acompañó las tres actuaciones de los solistas Rosa Balcells, Emili Vendrell y María del Pilar Socorro. Los encargados del concierto musical fueron los músicos de la Cobla Barcelona dirigidos por Joaquin Soler Serrano.


Fue en la tercera parte del espectáculo donde la Cobla Barcelona interpreto por primera vez en el Palau la sardana "Ales desplegades". Esta sardana fue escrita por el maestro Agustí Borguñó en la ciudad de Nueva York en febrero de 1948 y dos meses más tarde ya estaba sonando en el Palau. Todo un récord a finales de la primera mitad del siglo pasado.


El Océano Atlántico no pudo impedir que el maestro Borguñó diera a conocer sus composiciones a todos los sardanistas y aficionados del otro lado del charco. Cada domingo al amanecer en Nueva York, el maestro sabía que, en aquel justo instante, los sardanistas catalanes estaban danzando las sardanas que Borguñó escribía con tanta nostalgia desde la ciudad de la manzana.

PAZ
Familia Borguñó 2015

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