jueves, 5 de mayo de 2016

Una historia "de película" que todo Graus debe conocer.





Tras haber visitado el pueblo de Graus y la magnífica exposicion que estas semanas se celebra en Centro Pirineos, no dejo de pensar en una cuestión: el Orfeón de Graus fue una demostración del poder de unión que la música provoca en el ser humano. Los 4 años y pico que se vivieron en Graus con el Orfeón en marcha fueron la mejor prueba de que la música hace posible lo imposible, pone al alcance lo inalcanzable.

La historia de la fundación del Orfeón de Graus tendría que conocerla todos sus habitantes. Estamos ante un hecho que ningún otro pueblo de España puede alardear. No puede ser olvidado, del mismo modo que mi tio-abuelo Manuel Borguñó jamás lo olvidó.

Una excelente muestra de que el maestro Borguñó siempre recordó lo ocurrido en Graus la tenemos expuesta en la primera vitrina de la exposición que se exhibe estos días en Centro Pirineos. Se trata de dos recortes del periódico la Tarde de Tenerife en donde el maestro Borguñó colaboró con sus escritos musicales en múltiples ocasiones. Nos encontramos ante una historia compuesta por dos partes escritas por Manuel Borguñó que se publicaron repartidas en dos números del diario La Tarde. Pero si no prestamos atención estos dos recortes pasan totalmente desapercibidos por que el nombre de Graus no aparece por ningún lado. Los artículos se titulan "Queremos un coro" parte uno y "Queremos un coro" parte dos. Toda la acción de la historia publicada en La Tarde transcurre en un pueblo imaginario llamado Orfelia.

Pero cuando un humilde servidor estaba transcribiendo los dos artículos a este blog, me di cuenta que Orfelia de imaginario tenía muy poco. Mi tio-abuelo en aquel artículo estaba describiendo a Graus, sin lugar a dudas. Al comienzo de la primera parte de !Queremos un coro", las pistas que Manuel Borguñó da son más que evidentes:
"En una gran ciudad cuyas playas son acariciadas por un mar perennemente azul, un joven músico, inclinado por innata disposición a especializarse en la dirección de coros, al regreso de un viaje al país africano, sintiéndose de repente, atacado por unas fiebres. Los médicos de aquel joven músico le aconsejaron que buscara refugio en una lejana población situada en los márgenes de un río montañés desde el cual se vislumbraba, a discreta lejanía, un maravilloso panorama de montes nimbados de nieves eternas."

Manuel Borguñó
Conforme fui avanzando en la transcripción del artículo de La Tarde, me fui dando cuenta de que la Orfelia de "Queremos un coro" era el pueblo aragonés de Graus. Pero por otra parte me quedé sorprendido por la historia que mi tío-abuelo estaba relatando. Un pueblo completamente dividido  en los partidarios del casino de arriba y los del casino de abajo. Un pueblo donde los que mandan son los hombres y por tanto el futuro coro solo debería estar formado por hombres. Frente a esta situación el joven músico catalán expone una condición: El coro tendrá que ser mixto, de lo contrario, el joven músico se retira y no hay coro.

Los dos artículos de "Queremos un coro" están llenos de estos detalles que nos muestran en que situación estaba Graus, por aquel entonces. Pero gracias a que finalmente se fundó, el pueblo de Graus poco a poco se transformó y se produjo el milagro. Un pueblo del Pirineo unido por la música en post de un sueño. Un sueño que se hizo realidad y que fue la envidia de todos los demás pueblos de España.

En estos dos artículos del blog podeis leer la transcripción de "Queremos un coro":

Al finalizar la visita a la exposición, su director Jorge Mur nos llevo a pasear por las bonitas calles de Graus. En la Plaza Mayor nos contó que durante aquellos días se estaba rodando un largometraje profesional en Graus. Cuando por la noche regresé a Barcelona, no pare de pensar en quien debería ser el director de aquella película que se estaba rodando: ¿Alguién podría avisarle que en la primera vitrina de la exposición en Centro Pirineos esta escrito la base de un magnífico guión?

Si alguién quiere relatar como era la vida en un pueblo de España durante la segunda  década del siglo pasado, en "Queremos un coro" tiene una buena inspiración

Si algún vecino de Graus quiere conocer como eran y como pensaban en el pueblo hace 100 años, en "Queremos un coro" tiene un excelente relato orientativo.

Podemos asegurar, que dicho artículo repartido en dos partes, no tiene desperdicio!.

PAZ
Familia Borguñó

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