En estas navidades del 2015 la familia Borguñó celebra un centenario muy especial: la próxima semana de este mes de diciembre, harán 100 años que Agustí Boprguñó Garriga se embarcó en el puerto de Barcelona rumbo a la ciudad de Nueva York. Fue una decisión muy precipitada y sin tiempo material para reflexionarla. Todo fue muy rápido y para toda la familia fue una auténtica sorpresa. Probablemente la foto con que iniciamos este artículo sea la última que se realizó en España antes de partir, aquel mes de diciembre de hace 100 años.
Dos fueron los motivos principales que llevaron a Agustí Borguñó Garriga a tomar esta decisión:
- si se quedaba en España, tenía que incorporarse a filas al año siguiente en un momento en que el ejercito español "jugaba a guerras" contra Marruecos.
- fijaciones y problemas sentimentales con una mujer de Barcelona que le llegó a anular su excelente facultad por componer música.
Así que ni corto ni perezoso, Agustí Borguñó Garriga decidió cambiar de aires de forma radical y los nuevos aires seleccionados fueron los del Nuevo Continente. Una decisión que la mayoría no hubiera tomado, pero una decisión de la que Borguñó jamás se arrepintió. A los pocos meses de su llegada a Nueva York, Agustí ya informaba a sus seres queridos de Cataluña, que se había recuperado y volvía a componer,... volvía a ser el de antes.
El dos de mayo de 1916, Agustí Borguñó Garriga ya informaba con dos postales a su primo-hermano Agustí Borguñó Pla que todo iba bien y que estaba trabajando de pianista en el prestigioso Hotel Ausonia de Broadway. En la primera de estas dos postales, observamos la foto de los primeros rascacielos que los viajeros ven desde los trasatlánticos que les acercaban a aquellas nuevas tierras. En el texto de la primera postal, escrita por el maestro, observamos sus primeros pinitos de con el inglés. Para anunciar Borguño Garriga que en Estados Unidos ha recuperado la felicidad e inspiración, utiliza la típica expresión americana "all right", pero escrita en un evidente inglés recién aprendido y escrito tal y como suena en catalán.
La segunda postal tiene un tono completamente cordial y bromista. Las divertidas frases que el maestro dedica a su primo-hermano nos demuestran que la decisión de cruzar el charco, había estado bien tomada. Agustí Borguñó Garriga volvía a sonreír, volvía a componer, volvía a SER !!!
La fachada exterior del Hotel Ausonia |
Todos en la vida tenemos que tomar algunas decisiones que influyen totalmente nuestra vida futura. Para Agustí BorguñónGarriga, esta decisión no fue ninguna tontería, más bien todo lo contrario, fue una de las decisiones que abrió una puerta hacia un nuevo camino que lo mantuvo 50 años alejado de su tan querida tierra natal catalana.
También nos gustaría compartir la postal del maestro que cierra su periplo por tierras americanas. Se trata de la postal escrita desde el barco "S. S. Independence" que los regresó a España haciendo escala en las Islas Canarias. En el texto de la postal se percibe la inmensa alegría por regresar y Agustí Borguñó Garriga muestra una gran ilusión en poder ver a su querido primo-hermano en Canarias, el maestro Manel Borguñó Pla.
Por desgracia, el día del encuentro en Canarias de los dos maestros estuvo plagado de contratiempos e impedimentos. Pero esta ya es otra historia que dejamos para otra ocasión. No queremos desviar la atención al autentico protagonista del artículo de hoy, la celebración de un centenario muy especial para la familia Borguñó y para todos los seguidores de las aventuras y desventuras de nuestra familia.
Muchos musicólogos y expertos en sardanas han visto la fotografía con la que iniciábamos este escrito. Pero solamente uno ha relacionado la foto con la fecha en que el maestro decidió cruzar el charco, en lugar de ir a matar moros.
Nos gustaría dedicar este sencillo artículo a un seguidor de Sabadell que, nos consta, tiene muy presente esta fecha y este centenario: Jaume Nonell.
Para finalizar quisiéramos compartir una de las pocas fotografías de esta pareja catalana que residió al otro lado del Atlántico. Se trata de una foto realizada en el Central Park de Nueva York. La pareja feliz acabó regresando a Cataluña, pero dejó en USA la mejor muestra de su periplo americano: descendencia.
En la actualidad en Estados Unidos hay unos cuantos jóvenes norteamericanos que tienen el honor de poder decir:
"Me llamo "Borguno" por que mis bisabuelos eran catalanes"
Feliz centenario !!!!
PAZ
Familia Borguñó, 13 diciembre 2015
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